Besos y besos.

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Las cosas con Minhee iban, dentro de lo que cabe, bien. Ya no habían problemas entre ellos, y pese a seguir con Seongmin, Jungmo estaba bien. Parecía haberlo aceptado y dejar, un poco, de lado tantos sentimientos.

En ese momento, los alumnos estaban hablando tranquilamente mientras esperaban su turno en la colchoneta. Era como una clase de educación física pero mas bien se trabajaba la elasticidad.

El profesor los ayudaba a colocarse bien y guiaba la forma en la que debían aterrizar.

Normal hasta ahora.

Jungmo podía notar que Wonjin carecía de ánimos y tenía unas notables ojeras.

ㅡ¿Seguro que estás bien, wonnie?ㅡInquirió mientras acariciaba sus cabellos con parsimonia.

ㅡSí, solo sigue dándome mimos ㅡ Pidió, acomodándose mejor entre las piernas de su amigo. Para luego volver con su tierna mueca.

Wonjin realmente no estaba bien, y había un porqué. Solo que no sabía cuál.

Se veía tan lindo,como un pollito pequeño que buscaba mimos.

Que agradable sensación el tenerlo así.

Minhee se encontraba apartado a un lado esperando su turno, puesto que era uno de los cinco chicos en la fila.

Mantenía clavados sus ojos en ambos. Podía ver claramente como Jungmo se inclinaba de manera insistente para besar las mejillas del rubio.

Tenía una rara sensación en el estómago, esta vez contraria a la que sintió cuando vio a Jungmo y Hyunsuk besándose, se sentía mal. No era enojo lo que percibía, sino una fuerte desilusión.

Celos, muchos celos. Su pecho ardía de tan solo pensar que otra persona era la privilegiada de tener los belfos de su mejor amigo sobre si. No pensaba compartirlos ni un poco, porque, aunque no se consideraba merecedor, Minhee era el único que podía sentirlos.

ㅡTu turno, Kangㅡ Llamó el profesor.

Pasaron finalmente casi todos los alumnos, incluyéndolos.

Pero era jodidamente molesto el hecho de que seguían juntos y, además, de las manos.

Hubo un momento, demasiado rápido para su gusto, cuando Wonjin salió corriendo y Jungmo tras él. Nadie los había notado a excepción suya, quien tenía fija su mirada en ellos.

Los siguió sin pensarlo bien, siendo su destino el baño.

Se oían suaves sollozos, al parecer su compañero estaba llorando. Escuchaba como Koo le decía que todo estaría bien mientras, aparentemente, repartía múltiples besos en su coronilla.

ㅡLo siento, no tienes que estar aquí, lo sientoㅡ  Repetía, apoyándose en su pecho.

Con las yemas de los dedos picándole, y la curiosidad a flor de piel, abrió un poco la puerta para verlos mejor, quizá, no podía solo.

Excusas.

Sin embargo, no era de su agrado el panorama. Jungmo le miraba con cariño, algo que le generaba molestia incomprensible.

No se discernía el rostro de Wonjin puesto que se encontraba de espaldas. Los dos permanecían sentados en el suelo mientras uno limpiaba las lagrimas del otro.

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