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[Guarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente]

Taehyung no supo cómo su espalda quedó pegada a la pared mientras aquel hombre lo besaba con tanta desesperación, tocando su cintura, espalda y partes que no eran posibles ver por el exceso de ropa. Sus bocas se movían desesperadas encima de la otra en busca de más placer, de poder sentirse más cerca, juntar su ADN hasta que se volvieran uno en ese momento tan extasiante.

El castaño soltó un jadeo cuando la mano traviesa del joven actor se metió dentro de su ropa interior, buscando su miembro para empezar a mover su mano de arriba abajo robándole dulces gemidos que llenaban todo el departamento. Su espalda estaba arqueada contra la pared mientras sus caderas se empujaban hacia adelante en busca de más contacto que lo hiciera llegar al orgasmo de una vez.

-Ven- Jungkook susurró una vez despegó sus labios de los contrarios. Demasiado adictivo.

Caminaron por el pasillo con las pieles quemando y las puntas de los dedos hormigueando por el momento que acababan de tener. Taehyung mentiría si dijera que no estaba ansioso porque lo follaran de una vez. Desde que estaba sentado en el auto del chico sus dedos picaban. Quería sentir aquellas manos de nuevo sobre su cuerpo, que le hablara de esa manera tan jodidamente seductora y que lo tomara como si fuera una bestia.

-Date la vuelta y cierra los ojos- ordenó Jungkook. Taehyung lo hizo sin rechistar, luego una tela de seda tapando sus ojos.

Tae no era estúpido, era consciente de que a Jungkook le gustaba todo aquello del BDSM y el sexo duro. Le gustaba mandar a las personas y que estas estuvieran a su merced, lo podía ver en esos ojos tan oscuros como la noche.

Luego de unos tres minutos, sí los contó, sintió un metal frío en sus muñecas y como este se cerraba contra su piel.

Una esposas.

Sonrió un poco. Le encantaba ese juego de que lo privaran de toda movilidad, le fascinaba que lo manejaran a su gusto.

-¿Te gusta?- preguntó el azabache mientras dejaba pequeños besos por el cuello del mayor. Mentiría si dijese que su miembro no estaba a punto de reventar dentro de sus pantalones.

Con cuidado giró a Tae para luego darle un empujón hacia la cama que terminó safando varias partes de su sábana azul. Jungkook sonrió, podía ver en los ojos de ese chico que ese juego del gato y el ratón le encantaba, le gustaba sentirse aprisionado y mandado. Estaba hambriento del puro hecho de que el joven actor entrara de una vez en el.

El pulso de Taehyung subió cuando sintió que la rodilla del chico se hundió en la cama y como poco a poco se fue inclinando hacia él. Sin un ápice de delicadeza, lo agarró de la cara hasta acercarlo a la suya con sus narices rozandose. Tae soltó un jadeo sintiendo sus dientes pegarse al interior de sus mejillas. El característico sabor metálico de la sangre colandose en sus papilas gustativas.

-Te pregunté que si te gusta- murmuró sobre los labios del castaño.

-S-sí.

-¿Cuánto?- sus dedos se afianzaban más en esa cara tan bonita. Bajó su mirada hasta los pantalones del mayor observando como un gran bulto se había formado en ellos. Perfecto-. Por lo que veo mucho- sonrió-. Volteate y ponte de rodillas.

SEX ACTOR | JJK&KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora