Viernes

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Changbin.

La semana pasó demasiado lenta para mi gusto, los días se alargaban el doble a medida que nos acercábamos al viernes. Igualmente, no todo fue un sufrimiento constante, la mayoría de los días lo pasé en casa de Chan y Félix. Chan y yo estábamos más cerca que nunca, escribíamos y producíamos a todas horas, hablábamos sobre la vida, sobre nuestros temores, Chan pudo desahogarse luego de lo que ocurrió con Woojin y yo pude escuchar atentamente cada palabra, todo de repente volvía a conectar entre nosotros y nada podía hacerme más feliz que eso... Bueno, tal vez una cosa...

Félix.

Chan estaba permanentemente preocupado por él desde lo ocurrido en el bar luego de dejarlo solo en el aeropuerto, en especial porque en ese momento de desesperación olvidamos prestarle atención a las características de ese hombre o a algo que pudiera identificarlo, por lo que ese bastardo seguía suelto. Prometimos que jamás volveríamos a dejarlo solo para que nunca volviera a suceder. Y realmente me parecía que era una gran idea y con las más excelentes intenciones, pero eso también significó el adiós a los momentos a solas con Lix. ¡Agh! Sueno muy egoísta al quejarme por esto, es claro que Lixie necesitaba esa atención, pero... Nuestra relación necesitaba que volviéramos a relacionarnos, y con Chan al lado cual hermano sobreprotector, era imposible hablar sobre un tema que sobrepase el nivel de una serie nueva que habíamos visto, el clima o breves anécdotas del día.

Pero.

Una madrugada, desperté a mitad de la noche totalmente sediento, así que saqué los largos brazos de Chan que me rodeaban de encima de mí y salí de la cama. Caminé lentamente hasta la cocina totalmente despeinado y desalineado, igualmente nadie me vería. Abrí la heladera en la oscuridad dejando que la luz de su interior iluminara mi cara y tomé la botella de agua que se encontraba dentro. La acerqué a mis labios y tomé un gran sorbo hasta quedar satisfecho. Regresé la botella a donde la había encontrado y cerré la puerta para dar la media vuelta. Pero cuando observé a mi lado pude ver a una extraña figura despeinada y pecosa parada junto a mí.

- ¡AH!- traté de gritar por el susto que me causó, pero él tapó mi boca con su mano.

- Shhh- dijo y ya más tranquilo observé mejor su cara adormilada- vas a despertar a Chan Hyung- su voz grave era más ronca de lo usual. Asentí con la cabeza y él retiró su mano de mis labios haciéndome soltar el aire que ni siquiera sabía que retenía.

- ¿Qué ocurre Lix?- pregunté, se veía algo triste.

- Tuve otra pesadilla Hyung- dijo y suspiró para volver a hablar- pero esta vez era diferente a las otras.

- ¿Cómo?- apoyé mi mano en su hombro tratando de hacerle sentir que estaba allí para él, porque así lo era- podés contarme.

- Era sobre vos- dijo y bajó la cabeza.

- ¿Yo te hacía algo malo?- estaba preocupado, no podría vivir con la idea de Félix temiendo de mí.

- No, yo...- dijo y subió su mirada a la mía- en mi sueño todo era perfecto, vos y yo mejorábamos nuestra relación hasta volverla casi irrompible, éramos mejores amigos, pero vos tenías que viajar a un lugar, no recuerdo la razón pero yo sabía que no volverías y... tenía que decirlo, decirlo antes de que te vayas para siempre, pero llegué tarde Changbin, el aeropuerto estaba vacío como mi corazón en ese momento y tenía tanto miedo de que te hayas ido para siempre sin escuchar lo que siento por vos- sus ojos se cristalizaron de a poco y no lo resistí, solo me abalancé sobre él y dejé que descansara su cabeza en mi hombro mientras yo acariciaba lentamente su espalda para calmar su tristeza.

Estuvimos un buen rato abrazados, él se sentía calido, pude sentir como su corazón se calmaba con el tiempo y sus brazos se aferraban con menos fuerza. En un momento hasta creí que se había quedado dormido sobre mí, pero sus dedos inquietos sobre mis brazos me hacían notar que seguía despierto.

Glow~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora