Glow~ Changlix

Sentimientos Crecientes

~Minho~

Cuando dieron de alta a Jisung se lo veía bastante animado, todos estuvieron muy pendientes de él durante su estadía en el hospital, hasta Woojinnie llamó uno de los días. Chan y Jeongin fueron los únicos que no mostraron ni un rastro de interés, y eso me dolió, especialmente de Chan, porque digamos que Jeonginnie pudo no haberse enterado, pero Chan... el mismo Jisung lo llamó al despertar en la camilla del hospital ese día. Y él solo lo ignoró.

Llevé a Jisung a mi casa, mi madre lo amaba y Soonie, Doongie y Dori lo seguían a todos lados pidiendo mimos siempre que estábamos allí, si no fueran mis bebés hermosos me pondría celoso...

Al principio, los primeros días que se quedó en mi casa, todo era risas y alegría, pasábamos tiempo juntos, cantábamos, nos molestábamos como siempre solíamos hacer y sentí que de alguna forma, después de todo, mientras nos tuviéramos el uno al otro todo estaría bien. Pero con el tiempo, el ánimo de Jisung fue decayendo, de a poco fue dejando de reír y cantar por todos los rincones para quedarse cada vez más tiempo acostado en su cama, encerrado en nuestra habitación sin siquiera prender la luz de la lámpara que descansaba sobre el mueble junto a mi cama.

Creí que podría ser mi culpa, que tenía que estar más pendiente de él... o darle más tiempo solo. Que debía demostrarle más amor del que estoy acostumbrado, tal vez necesitaba sentirse querido y protegido, y yo no estaba pudiendo dárselo. Pero cuanto más pensaba menos entendía, más me enredaba en teorías y menos llegaba a conclusiones.

Una noche cuando Sung había pasado todo el día en la habitación encerrado con la única compañía de mis gatos y una bandeja de comida, salí a caminar, pensé en comprar un helado, pero terminé comprando un Cheesecake. Me senté en un banco frente a mi casa a comerlo, me llené las mejillas del sabor dulce y cremoso del postre y dejé escapar unas lágrimas que no sabía que estaba aguantando. El ambiente estaba helado, podía sentirlo en la punta de mis dedos y por donde mis lágrimas iban dejando su camino. Deseaba tanto que todo volviera a ser como antes... ni siquiera había estado bailando esos días, mi mente solo estaba ocupada por mi pequeño chico de mejillas regordetas y... me perdí en toda la oscuridad que nos rodeaba.

De repente sentí como alguien se sentaba a mi lado en la banca, carraspeó y yo limpié mis lágrimas lo más rápido que pude con el puño de mi abrigo. Miré a la persona junto a mí y suspiré al ver que solo se trataba de mi mamá. Agarró en tenedor plástico con el que estaba comiendo el Cheesecake con anterioridad y me robó un trozo de este, lo saboreó, como si hubiera sido la primera vez que lo comía y me sonrió leve, solo dejando que sus comisuras se eleven lentamente hacia arriba.

- Está rico, seguro que a Jisung le gustará- carraspeó nuevamente y me miró con la dulzura clásica de una mamá- pero que yo sepa... a vos nunca te gustó el Cheesecake Minni.

- Nunca es tarde para iniciar una adicción- contesté observando el plato en mi mano.

- No sé si justamente al Cheesecake, el queso te da muchos gases Minnie- rió mi mamá y yo la miré con el ceño fruncido. Terminé riendo, después de todo, era cierto, pero cuando mi risa se apagó, entre nosotros solo permaneció un silencio reflexivo.

- Iba a comprar helado pero...- levanté mi mirada al cielo- lo único que hago es pensar en él, en qué puedo hacer para ayudarlo, en que tal vez es todo mi culpa y debería ir a vivir con Changbin o...

- No Minni- mi madre puso su mano en mi nuca y empezó a acariciar mi cabello- nada de esto es tu culpa, de hecho, pienso que Jisung tiene mucha suerte de tenerte.

- ¿Por qué? Hace días que no se levanta ni para comer, no lo hago feliz mamá- sentí como el nudo volvía a mi garganta.

- Pero hijo, él no está así porque vos no seas lo suficiente para él, Jisung lo perdió todo- la miré y ella siguió acariciando mi mejilla esta vez- a veces hasta me sorprende la entrega que tenés al momento de tratar un tema referido a él, le preparás la comida, lo bañas cuando no tiene fuerza para hacerlo por sí mismo... ¡Hasta ya son incontables las veces que llamaste a su madre para que recapacite! Minho, hacés todo lo que está a tu alcance y estoy segura de que él lo valora.