Familia

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~Changbin~

Inmediatamente Lix apretó su agarre sobre mí cuerpo, su calidez me lleno y me separó para mirarme a los ojos.

- Todo va a estar bien Binnie- lo dijo en forma de susurro para que solo yo pueda escucharlo y las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos.

- Yo... No sé cómo van a reaccionar ante esto, nunca hablamos del tema en mí casa- mientras hablaba, él se encargó de limpiar las lágrimas que caían por mis mejillas con sus pulgares - Cuando pasó lo de Chan Hyung ellos ni siquiera mandaron un mensaje preguntando cómo estaba.

- Y ¿Por qué las repentinas ganas de decirles?

- Por lo de mañana, después de eso todos lo sabrán. No quería que se enteraran por otra persona, prefiero ser yo quien les comparta esa parte de mí.

- ¿Querés que te acompañe? Tu mamá me ama y tu papá...

- No Lixie, necesito hacer esto solo- besé su mejilla- pero gracias..

Lo miré a los ojos y él asintió algo sonrojado.

- Avísame a que hora te paso a buscar por ahí entonces- me sonrió.

- Seguro necesite un kilo de helado después de esto.

- Vos solo decime de qué sabor y yo me encargo del resto.

Me acerqué a él y le dí un tierno beso sobre sus labios, nuestros movimientos eran suaves, lentos, mágicos, me hacían pensar que nunca me cansaría de esa sensación, de esa calidez.

Volvimos al escenario agarrados de la mano y nos detuvimos donde todos ya se encontraban haciendo una ronda y resolviendo últimos detalles.

Faltaban 5 minutos para las 15hs pero no volví a alterarme, no cuando cierto chico pecoso acariciaba mí mano con sus pulgares y la sujetaba con la mayor delicadeza del mundo.

Llegué a la casa de mis padres 30 minutos tarde, por lo que hasta transpiraba de lo nervioso que estaba, pero mí familia al verme entrar por la puerta no me reclamó nada, solo me llenaron de amor y me hicieron sentir en casa otra vez. Charlamos, mí mamá preparó una comida y una torta especial para recibirme, así que empecé a comer como loco para calmar mis nervios. Yo simplemente no sabía cómo empezar la conversación, así que seguí a mí instinto, muchas veces es mejor dejar de pensar tanto todo y hacer.

- Soy Gay- solté de la nada en medio de una conversación sobre cómo hornear una torta de manzana.

- Ya lo sé Changbin, ahora por favor mamá, termina de explicar la receta- dice mí hermana sin tomarle mucha importancia a lo que dije, pero mí mamá me mirá con la boca abierta, realmente no puedo distinguir que es lo que pasa por su mente...

- Mamá... Decime algo por favor- tomé su mano y ella miró mí acción, estaba tan asustado, yo solo quería que dijera la más mínima palabra. Pasado unos segundos parpadeó varias veces y tomó mí mano entre las suyas, la llevó hasta sus labios, la besó y por fin mí alma volvió a ocupar mí cuerpo.

- Mí Binnie, debo decir que una madre siempre sabe estas cosas, así que no fue una sorpresa para mí, pero sinceramente no me esperaba que lo digas tan de la nada- soltó una risita y observó a mí padre que entraba a nuevamente a la habitación- querido, Binnie nos contó algo importante sobre él, también tendrías que escucharlo- mí padre se sentó a su lado y levantó las cejas dándome pie para hablar.

- Yo... soy Gay- bajé la cabeza, no me sentía capaz de mirarlo a los ojos, sin embargo una mano se colocó suavemente en mí barbilla y me obligó a levantar mí mirada.

- Nunca te avergüences de vos mismo, sentite orgulloso de ser quien sos y de a quien amás- puse mí mano sobre la suya y asentí.

Quería llorar, pero no de tristeza, si no de la emoción que tenia en ese momento. Nunca debí dudar de mí familia. Me sentía tan tonto, por haber gastado tantas energías en el miedo, porque el miedo a veces nos salva, pero otras nos limita, y yo estaba tan limitado.

Glow~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora