De Pijamadas, Películas y Peleas

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Capítulo 6

La rubia de ojos azules había movido la mesita de café y los muebles hacia la pared más cercana al lado de la puerta, y había puesto la estera, una especie de colchón, en medio de la sala de estar para poder hacer sus posiciones de yoga de forma más cómoda.

Actualmente estaba en la posición de "Urdhva Mukha Svanasana" o más conocida como la postura del perro hacia arriba. Si al traducir el nombre se oía como una mala postura del kamasutra.

Ella cambió de postura cuando oyó una puerta abrirse. Era la del baño.

Con mucha calma, se preparó para la postura del guerrero dos, con el pie derecho hacia adelante y el izquierdo estirado hacia atrás mientras que los brazos estaban estirados en direcciones opuestas, paralelos al suelo y en línea con los hombros. Fue en esa postura que vio a la otra rubia de ojos verdes en la cocina, con una tasa en mano sirviéndose agua caliente del oasis.

-¿Aun sigues aquí? Pensé que sabías en qué dirección estaba la salida la primera vez que viniste -dijo Angéle, su rostro estaba en total concentración viendo al frente-. Quien sabe qué clase de embrujo te tiró Ayrin para convencerte de quedarte, pero no la culpo, a Ayrin parece gustarle adoptar todo lo que venga de la calle.

Dayana la quedó viendo, alzó una ceja y quitó la mirada sobre la otra rubia, mientras abría una gaveta de la alacena y sacaba un sobre de café instantáneo.

Dayana revolvía el café con una cuchara, ignorando a la otra rubia olímpicamente.

-Bueno supongo que a alguien le comió la lengua el gato -canturreó Angéle mientras cambiaba a la postura "Trikonasana" o la llamada postura del triángulo y tocaba con una mano el suelo atrás de su pierna derecha y la otra mano la alzaba al aire.

Dayana, fingió no oírla mientras tomaba su taza de café y atravesaba la sala de estar para entrar de vuelta a su habitación.

-¿Podrías tratar de no hacerla enojar con tu recién adquirida actitud de Regina George? -dijo una voz cerca de la oreja de la rubia, riñéndola y comparándola a la antagonista de Mean Girls; además de que un sostén morado había sido arrojado y había caído a su cabeza, lo que casi hace que la rubia de ojos azules pierda el balance de su postura ante el susto.

No había oído a la chica de pelo café salir de su cuarto.

-Ella era la que no quería estar aquí desde un principio -protestó Angéle, que ahora estaba sentada en el piso tras haber perdido su balance, le tiraba el sostén de vuelta a la chica de pelo café-. ¿De dónde sacas tanta ropa interior desconocida? ¿Eres acaso una asaltante de las tiendas de Calvin Klein o Victoria Secret?

-Ni idea, de la nada aparecen en mi armario -dijo Ayrin en lo que se encogía de hombros y le ofreció su mano a su compañera de piso para ayudarla a que se levantara del suelo.

-¿Segura que no se la robas a los vecinos en algún episodio de sonambulismo que desconozca? -siguió molestándola Angéle.

-No lo sé. Pero yo que tú le meto candado a las gavetas de tu ropa interior solo para estar segura -bromeó Aylrin esbozando una sonrisa psicopata solo para molestar a su compañera de cuarto, mientras caminaba hacia la cocina y después abría el refrigerador-. ¿Quieres huevos de desayuno o panqueques? ¿O ambos?

La rubia de ojos azules suspiró mientras recogía la estera del suelo.

-Descuida, iré a desayunar con Alec. Mejor usa tus artes culinarias para alimentar a tu princesita Slytherin -le respondió Angéle mientras se dirigía a su habitación para agarrar su cambio de ropa e irse a bañar.

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