§
Capítulo 8
Para el final de la semana, Dayana se encontraba sumamente agotada. Habían sido unos días enteros corriendo de aquí para allá para poder llegar a tiempo a sus clases. Aún seguía meditando si había hecho lo correcto al meter tantas clases en su primer periodo en la universidad. Lo bueno es que esa semana de inducción le serviría para darse cuenta si podía encontrar el ritmo apropiado para sus clases o si debía cancelar algunas.
Para cuando llegó a su camioneta ese viernes, prácticamente tiró su bolso a un lado y se sentó sobre el asiento del conductor a descansar.
Ella tomó su teléfono blanco y vio la hora, tenía una hora para alistarse antes de su salida de esa tarde noche. Iría con su amigo a ver una competencia de motocross y luego partirían a un viaje de fin de semana que lo pasarían en la naturaleza como a Dayana tanto le gustaba.
Ella salió del estacionamiento, dando la vuelta en el redondel, viendo en una de las entradas de las dos universidades dos figuras sumamente conocidas. Eran Angéle y Ayrin.
Dayana se mordió el labio, meditando si se detenía y les preguntaba si ocupaban que las llevara de vuelta al dormitorio, pero algo se lo impedía; Angéle y ella aun no estaban en buenos términos y tampoco pensaba en arreglar las cosas con la otra rubia. Las dos simplemente no se podían llevar. Era mejor cuando solo se ignoraban.
Pero por el otro lado, estaba Ayrin que era la otra cara de la moneda, con esa chica no podías permanecer enojada, aunque lo intentaras y Dayana había tenido su dosis de intentos de querer estar enojada con la de pelo café pero simplemente no había podido hacerlo.
Había algo en ella que la calmaba de inmediato.
Antes de llegar al lado de las dos chicas, Dayana ya había tomado una decisión. Sin apagar el motor de su camioneta, ella lo detuvo frente a las dos chicas, que se asustaron al ver la camioneta detenerse cerca de ellas.
Dayana bajó la ventanilla del lado del copiloto y llamó la atención de la rubia y de la de pelo café.
-¿Necesitan que las lleve? -preguntó la rubia de ojos verdes.
Ayrin parpadeó aun sorprendida y luego miró a Angéle, que también miraba a la de pelo café.
-Si quieres ve tú, seguiré esperando a Alec. Se ha demorado más de lo esperado, pero ya vendrá -le dijo Angéle a Ayrin.
Mientras esperaba la decisión de las dos chicas, Dayana trató todo lo que pudo por dejar su rostro en blanco y no fruncir el ceño.
-¿Estás segura de quedarte aquí sola? Se está oscureciendo, aquí es seguro, pero te aburrirás esperando sola-le dijo Ayrin.
Angéle asintió con la cabeza.
-Estoy segura, ve -le confirmó la rubia de ojos azules.
Ayrin estuvo de acuerdo y con una sonrisa hacia Dayana, se subió al asiento del copiloto.
Sin despedirse la otra rubia, Dayana puso su auto en marcha y se dirigió hacia la salida del campus universtario.
-Oye, ¿y qué tal estuvo tu semana de inducción? -le preguntó Ayrin mientras recostaba su cabeza sobre el asiento y disfrutaba del aire acondicionado en su rostro-. Casi no te vi después del desayuno del lunes y el almuerzo del miércoles.
Dayana suspiró, si era honesta ella había usado el horario de sus clases para evitar encontrarse con Ayrin y sus amigos ya que había escuchado que Angéle iba a estar con ellos. Así que se había asegurado de que ellos no estuvieran con la otra rubia cuando Ayrin la invitaba a sentarse con ellos. Ahora que lo pensaba, estaba siendo cobarde, pero aún no había decido que hacer con la situación de la otra rubia con ella.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Juventud
Teen FictionCada joven tiene una vida diferente que a penas empieza a entender, las amistades y noviazgos los van formando en lo que en un futuro se convertirán. ¿Qué quieren ser? ¿Qué quieren los demás que ellos sean? Cada uno cree saber cómo se debe vivir dí...