10 Los que brillan por su ausencia.

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Habían pasado dos largos meses para que Hua Cheng y Xie Lian pudiesen dar con alguno de sus ex compañeros de encierro. Definitivamente, conectar universos distintos era toda una proeza que sólo había sido fácil para El Sistema.

Había sido muy duro llegar a la conclusión de que ellos eran de mundos diferentes pero fue más difícil poder llegar a cruzar las dimensiones y encontrase.

No esperaban haberse encontrado primero con Luo Binghe y Mobei-jun, a punto de matarse a golpes. Fue muy difícil separarlos pero lo pudieron lograr. Extrañamente no se encontraban ni el Shizun ni el escritor para detenerlos.

Xie Lian consideraba una pequeña victoria haberse encontrado a dos de los otros seis, aunque...

Luo Binghe se veía cansado, demacrado y errático, por su parte, Mobei-Jun se veía algo perturbado, o eso parecía al menos, no se sabía mucho con su rostro frío e inexpresivo.

—Él no está—expresando lo obvio, Luo Binghe habló con un grueso nudo en la garganta. —Hemos peinado cada extremo del mundo mortal y demoniaco. ¡Si no fuera por él, Shizun aún...! —molesto, señaló a Mobei-Jun, el último permaneció con expresión sombría.

—Shang Qinghua también desapareció—expresó el demonio de hielo de forma lacónica, de alguna manera su expresión resemblaba culpabilidad.

Hua Cheng y Xie Lian intercambiaron miradas de preocupación.

—Aún existe la posibilidad de que estén con Hanguang-Jun—Hua Cheng pensó en voz alta pero la mirada que le dedicaron Binghe y Mobei-jun hizo que colocara una expresión pellizcada.—Saben a lo que me refiero, señores del vinagre.

—Lo vamos a encontrar, lo prometo—Xie Lian, les dio su palabra.

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Wei Wuxian despertó una mañana en Gusu sintiéndose confundido y desorientado. Se incorporó sobre las pulcras sábanas y vio agua, bocadillos y una jarra de la Sonrisa del Emperador junto a la cama.

Habían pasado meses y todo se sentía como un sueño. ¿Lo había sido?

Mientras tomaba del líquido que tanto extrañaba, directo de la jarra, miraba alrededor de la amplia y limpia habitación. Fuera de ahí no se escuchaban risas, ni ruido, ni conversaciones de más personas, solo el sonido de las aves que cantaban melodiosamente.

Se preparó para salir de ahí cuando pasaron horas y Hanguang-Jun no aparecía. Se topó, casi estrellándose con el siempre amable y risueño Lan XiChen.

—¿Por qué la prisa?—preguntó el mayor con su voz calma.

—¡Zewu-jun!

—Puedes decirme Lan Huan, somos básicamente familia ahora.

—No me des mucha confianza, porque abusaré de ella y te diré como yo quiera—Wei Wuxian fue sincero con su palabras mientras le sonreía.

El interpelado no pudo ocultar su diversión. Antes de que Wei Wuxian pudiese preguntar por Lan Zhan, el hermano mayor se adelantó.

—Wangji me pidió que estuviera pendiente de usted mientras él regresa.

—¿Regresar de dónde? Zewu-jun, mira lo cruel que es tu hermano conmigo, justo podemos vivir nuestra apasionada y candente historia de amor pero apenas tiene la oportunidad, me deja tirado como un zapato viejo.

Algunos de los sirvientes del clan estaban caminando por el lugar, se ruborizaron y empezaron a alejarse de ahí rápidamente.

Lan XiChen solamente se rió de forma melodiosa y negó con la cabeza. —Ustedes cada vez están más apegados. Estoy seguro que WangJi no se habría alejado de no ser necesario. Él debe extrañarte también en estos momentos.

Hasta que "El Sistema" nos separe. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora