Hasta que "El Sistema" nos separe.

03 El Monstruo Wangji.

Había una gran hoyo en el techo del palacio y no había a quién culpar por aquel daño... más bien, nadie tomaba la responsabilidad ni había ningún soplón que delatara al culpable.

San Lang fue el primero en subir al techo de la segunda planta para empezar las reparaciones y Hanguang-Jun lo siguió.

—¿Necesitan ayuda allá arriba? —Luo Binghe preguntó, luego de lavar algunas cosas para preparar el almuerzo en unas horas.

Democráticamente había sido proclamado como el Chef del palacio y no había puesto demasiadas objeciones porque su Shizun parecía orgulloso de que todos admiraran sus habilidades inigualables e insuperables en la cocina.

La voz de San Lang se escuchó fuerte y clara por encima de los martillazos en el techo.
—Gracias Binghe, pero eres más de ayuda en la cocina. Deja el trabajo pesado a los hombres de verdad.

Luo Binghe frunció el entrecejo y un aura oscura lo envolvió. Entrecerrando los ojos, intentando no demostrar una masculinidad frágil, respondió lo más calmado que le fue posible.—Sigue de gracioso y te haré comerte mi zapato de una patada en la cara. De paso te saco el otro ojo.

—Hermano mayor Luo-la tersa y respetuosa voz de Hanguang-Jun se escuchó desde arriba y sus largas pestañas podían incluso verse desde aquella altura cuando asomó su estoico rostro por el gran hoyo en el techo.—Por favor, prepáreme un bollo al vapor.

Luo Binghe gruñó y caminó con fuertes y sonoros pasos hasta la cocina. Hua Cheng no pudo evitar reírse del alto nivel de comedia no intencional de Lan WangJi.

Básicamente lo que había dicho se podría traducir como "Cállate y prepárame un sándwich."

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Dianxia barría con la escoba el gran palacio desbordando emoción, como si fuese su actividad favorita. Era increíble que esa deidad, que además era un príncipe, disfrutaba de cualquier actividad hogareña y la realizaba con buena cara y actitud.

Xie Lian había dejado de tararear una canción mientras casi bailaba con la escoba porque un eructo ruidoso le hizo perder el ritmo.-Wuxian ¿No es muy temprano para beber?

El interpelado, que se encontraba sobre un sillón, bebiendo de su licor, apartó los labios de la boquilla y se limpió las comisuras con las mangas.—Hermoso Xie Lian-Gege, estoy muy tenso por todas las prohibiciones de este lugar tan extraño e inhóspito. Echo de menos mi hogar, entiéndame, por favor, sé que de todos usted es quién más hermoso corazón tiene y me va a dejar terminarme ésto tranquilamente.—Dicho eso se acomodó apropiadamente sobre el asiento pero al parecer tuvo una idea. Sus ojos brillaron con un tinte travieso.
—O mejor...venga a compartirlo conmigo, va a tener que beberlo como lo estoy haciendo yo. ¿Se molestará El Sistema si compartimos un beso indirecto?

Una gran teja cayó del techo y se hizo añicos ruidosamente sobre el piso; por milímetros casi aplastando al que estaba hablando. No se sabía la reacción del sistema con respecto a un "beso indirecto"pero sí la opinión implícita de San Lang con aquella acción.

—¡Ten cuidado, San Lang! —Xie Lian le llamó la atención, mirando hacia arriba con las manos en la cintura y se dispuso a limpiar inmediatamente.

—¡¿Quieres matarme, San Lang?! —Wei Ying lloriqueó con exageración, abrazando su licor como una madre protege a su hijo del peligro.

—Se me resbaló, lo siento mucho...—la voz de Hua Cheng no sonaba absolutamente como si se arrepintiera. —Yo solo... ¡Oye...!

Aquel jueguito con la teja que casi termina aplastando a Wei Wuxian, resultó en Lan Zhan empujándolo sin advertencia alguna y por poco cae del techo si no hubiese tenido fantásticos reflejos. No es como si pudiese morir de esa forma, pero sería una caída aparatosa y con poca gracia de no haberse sostenido apropiadamente.