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Disclaimer: Los personajes de CCS utilizados en este capítulo, son propiedad de CLAMP.
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Domingo, 3 de enero.
Tokio, Japón.
—La parte más importante y que muchos esperan de una boda, es ver a la novia con el hermoso vestido blanco que simboliza su pureza e inocencia, porque... —Sus violáceos ojos se clavaron en mí, mostrando un brillo pícaro. Conocía muy bien a mi prima, así que no era de equivocarme en que saldría con otra de sus "usuales" preguntas —: Sakura... ¿tú aún eres virgen, verdad? —. Ok, jamás pensé que me cuestionara algo así de directo, tanto, que provocó que el pequeño trago del batido de chocolate que acababa de ingerir, se abriese paso hacia mis pulmones, haciéndome toser por instinto.
Dí golpecitos en mi cabeza, tratando de estabilizar mi respiración y, al cabo de unos segundos, lo logré.
Mi rostro ardía por la vergüenza, no sabiendo a ciencia cierta si era por el pequeño show que acaba de hacer frente a los comensales que posaban sus curiosas miradas hacia nuestra mesa, o por la no tan "indiscreta" pregunta que la chica frente a mí me hizo; como si fuese lo más normal del mundo hablar de esas intimidades en un comedor del centro comercial... Pero después recordé que era Tomoyo quien hablaba.
—N-no es algo que te interese —repliqué.
—¿Qué?... Pero claro que me interesa, ¡todo lo que te pase contigo, Sakura, me interesa! —Si, claro, como la ayuda que me brindó mientras yo me ahogaba.
—P-pero no creo que eso sea algo que debería hablar contigo... Y mucho menos aquí —murmuré por lo bajo, cerciorándome con la mirada de que algún comensal no me escuchase.
—Entonces, si no quisieras hablar de "eso" conmigo... —dijo, haciendo comillas con los dedos —, conmigo —dramatizó —. Yo que soy tu mejor amiga, ¿a quién se lo contarías?... ¿a tía Nade?, ¿al tío Fujitaka?, ¿Yukito? o... ¿Touya? —Bien, ¿quería picarme? pues, no lo lograría.. No está vez... Y mucho menos, nombrando a mi hermano.
El desagrado que Touya sentía por mi ahora prometido, no era algo que pudiese pasar desapercibido; incluso, hasta un ciego lo notaría. Pero en el fondo sabía que lo hacía por celos, celos de hermano sobreprotector que aumentó en cuanto Shaoran le informó de nuestro compromiso; aunque él solía reprimirlos en mi presencia para que no me sintiera incómoda.
Al menos ese día hizo caso a su juramento hipocrático y no quitó una vida antes de tiempo.
—Entonces, ¿si ha pasado algo? —Y antes de que mi boca emitiera sonido alguno, sacó sus propias conclusiones —. Claro que ha pasado algo... tu silencio te delata —dijo, con tono victorioso, acompañada de una pequeña sonrisa.
—¡Claro que no!
En el fondo, no mentía.
Tal vez, Shaoran y yo habíamos "jugado" un poquito; lo usual en una pareja, ya saben, una sesión de besos que se tornaba pasionalmente en caricias físicas subidas de tono, donde desaparecíamos las barreras de tela que separaban nuestros cuerpos, y con ello aprendíamos físicamente a "conocernos" un poco mejor, sin llegar a dar por completo el siguiente paso... pero solo eso.
Así que técnicamente, seguía siendo virgen... Una anticuada y moderna virgen.
—¿En qué piensas, Saku?, ¿te acordaste de una bonita experiencia? —cuestionó jocosa y moviendo sus cejas sugerentemente.
—Que cosas dices, Tomoyo. Shaoran es un hombre muy correcto y respetuoso... —Evadí, totalmente sonrojada y sin poder sostenerle la mirada.
Me hacía falta practicar esa técnica pues, además de que mi prima era muy perspicaz e insistente cuando necesitaba "información", también estaba yo, que no podía mentir sin culpa; por eso admiraba a Meiling. Ella y Eriol eran las únicas personas que conocía con la valentía necesaria para retarla sin desistir; iguales de tercos, iguales de astutos e iguales de inmaduros y maliciosos cuando de Shaoran y yo se tratase pues, siempre terminábamos siendo víctimas de sus comentarios y bromas picantes.
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Todas las Bodas Necesita un Plan!
RomanceHistoria sobre los preparativos de la boda de Sakura y Shaoran, descrita por diferentes escritores