🌆 OS - VIII OFICINA 1/1 [+18]

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- Yamaguchi, ven a mi oficina.

El pecoso se levantó de su escritorio al escuchar el altavoz del teléfono a su lado. Se sentía algo nervioso cuando lo llamaba con ese tono demandante. Aunque sabía perfectamente que no era para regañarlo, así que se avergonzaba por pensar cosas indebidas con su jefe.

- ¿Qué desea, director Tsukishima? - preguntó al cerrar la gran puerta detrás suyo.

- A ti

No estaba sentado en su gran silla giratoria, el mayor lo esperaba al lado del escritorio. Una señal que el pecoso ya reconocía, además de la directa declaración que sabía que significaba una cosa.

Sexo en el trabajo.

Tadashi no lo detestaba, pero le ponía los pelos de punta de tan solo pensar ser descubierto por otro empleado. A pesar de que ya van unas cuantas veces, aún no se acostumbra del todo.

Pero muy en el fondo le encanta esa adrenalina, sabe muy bien que el rubio nunca provocaría la llegada de otra persona a ese salón sin su permiso. Confía en que nunca lo humillaría así, por ello, se ha vuelto muy ansioso en hacerlo en lugares relativamente "peligrosos" o más bien "públicos".

- No tengo reuniones hasta más tarde ¿No? - se le acerca lentamente para finalmente quedar al frente de él.

- N-ninguna señor... - ladea su cabeza para evitar esa profunda mirada que lo lleva a la lujuria.

Kei desata la corbata del pecoso para lanzarla lejos de allí. Eso pone tan caliente al menor que no puede evitar mirarlo a los ojos y caer finalmente en esa dulce pasión.

Para ambos, una vez que empiezan no pueden detenerse hasta finalizar.

Tadashi cierra con seguro la puerta; eso hace que el más alto sonría y devore la boca de su secretario.

Mientras la temperatura ascendía, la ropa se iba.

Se mordisquean sus labios dejando los ajenos totalmente hinchados y bien rojos. Demostrando que cada uno tiene su dueño y no tenían intención de compartirlo.

La camisa del mayor está totalmente desabotonada, así el pecoso puede degustar esa pálida piel que desea con tanta pasión. El mayor arrebata el sexy conjunto de vestir que llevó ese día a la primera reunión. Pudo ver a un perfecto hombre usarlo, al verlo entrar así a la compañía fue un espectáculo de primera.

Pero ahora mismo, no importaba que tan bien se veía Tadashi en ese traje, ahora lo quería ver desnudo, sudado y sollozando por más sobre su escritorio.

Era turno del rubio el dejarle marcas al pecoso; pero ese día Tadashi estaba muy apasionado. Las mordidas incluso dolían un poco. Pero no le dijo nada a su amante peliverde, porque se veía muy concentrado en lo que hacía.

- A-Ah~ Di-Director~

Las afiladas uñas del moreno rasguñan su espalda, dejando aún más marcas de lo que alguna vez le dejó. El rubio mordió suavemente esa piel, quería comérselo lentamente, no como Tadashi, que estaba realmente desesperado.

Yamaguchi está sentado en el escritorio mientras el mayor estaba de pie degustando su cuello. Desde allí, él podía ver el desastre que hicieron en la oficina, sintiendo algo de orgullo por ello.

La camisa del pecoso está hasta la mitad de su espalda, no se la quiso sacar completamente por si alguien llegaba y debía vestirse rápidamente. Sucedía lo mismo con el rubio, su camisa está desabotonada y sus pantalones en el suelo.

No podían más de la lujuria.

Desde que Tsukishima se fue a un viaje de negocios a Corea del Sur no habían tenido algún contacto sexual. Y cada roce de manos en el ascensor o en el auto los ponía ansiosos y deseos por algo más.

𝘛𝘴𝘶𝘬𝘬𝘪𝘠𝘢𝘮𝘢 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶!! | 𝘛𝘚𝘒𝘠𝘔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora