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🌈 TSKYM WEEK DAY 3

Mangaka

Yamaguchi suspiraba al recargar su espalda en el respaldo de su silla giratoria, se tocaba el cuello por el dolor que sentía. Pero fuera de eso, se sentía realmente satisfecho con su nuevo capítulo realizado.

- Ahh~ qué bien terminamos el capítulo antes de la fecha límite - decía con una expresión agotadora.

- Sí~ - decían sus asistentes de color en sus asientos, quienes también se relajaban en sus sillas.

- Por hoy pueden irse temprano, se lo merecen, en otra ocasión podremos ir a beber. - decía el peliverde al levantarse y darles el aviso.

- Muchas gracias, Yamaguchi-senpai - decían sus tres compañeras.

- Gracias a ustedes. Buenas noches.

Se despidió de sus asistentes y se fue a la otra habitación para bañarse y vestirse e irse a la editorial para entregar el capítulo, así se podría imprimir el ejemplar a tiempo.

Una vez que se vistió y secó su cabello, preparó el manga en un sobre, observó la hora y estaban a unas horas de cerrar la editorial, así que le avisó a su jefe:

- Ukai-san; ya terminé el capítulo y se lo llevaré en éste instante - decía al ponerse su chaqueta.

- Perfecto, Yamaguchi-kun, puntual como siempre - dijo como un incentivo al peliverde, quien sonrió - Llega pronto, quiero que conozcas a tu nuevo editor asignado - mencionó.

- ¿Ya me asignaron un editor? - dijo con esperanza.

- Sí, aunque esperaste mucho tiempo, éste chico con experiencia te ayudará en los próximos dos años de contratos, hasta ahora - decía con una sonrisa

- ¡Gr-Gracias! - se emociona por conocer a su nuevo editor

- No es nada, además te lo debía, fue mi culpa elegie el anterior editor, fue muy lejos contigo... - decía Ukai.

- Oh, no debe preocuparse por eso, solo fue una mala experiencia - decía con una sonrisa incómoda al caminar por las calles transitadas a esas horas.

- Bueno, te esperaré aquí. Nos vemos - dijo Ukai y la despedida fue imitada por el pecoso.

Llegó a un edificio alto, la puerta era giratoria y entró sin problemas. Iba escuchando música con sus auriculares, y ningún sentimiento de preocupación recorría su cuerpo.

No como antes, que al comenzar su carrera, siempre se sentía nervioso al llegar al edificio. Le ponía ansioso hablar con sus superiores y recibir las crítica de su trabajo, sin embargo, de eso se trataba ser mangaka. Esas correcciones con retroalimentación fueron de gran ayuda para ser reconocido en todo el país. Y lo bueno, es que usaba un seudónimo para escribir, así que no era constantemente acosado por fans.