𝘛𝘴𝘶𝘬𝘬𝘪𝘠𝘢𝘮𝘢 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶!! | 𝘛𝘚𝘒𝘠𝘔]

🌈 TSKYM WEEK DAY 5

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Sonrisa
drabble

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Yamaguchi se encontraba bebiendo en su departamento, tras una larga y tortuosa reunión, lograron conseguir el contrato final y la afiliación con una empresa dedicada a la publicidad. Al fin tenía algo de tiempo libre, así que lo celebraba con una pequeña cerveza en su nuevo departamento con el rubio.

Hablando del rey de Roma, apareció con un semblante de muerte, se veía con ojeras en sus bellísimos ojos. Su cabello estaba desordenado. Al llegar a casa se quitó rápidamente la corbata, fue recibido por su peliverde favorito.

- Bienvenido, Tsukki - le sonrió el pecoso.

Y el rubio jamás se había sentido tan bien de llegar a casa, hasta ese día.

- Gracias, Yamaguchi - le sonrió leve para abrazarlo y sentir su aroma.

La sonrisa de Yamaguchi podría estar todo el tiempo brillando. No podría cansarse de ese brillo, incluso si están lejos o definitivamente ya no está su presencia, sabe que su brillo le alegraría hasta el final de sus días. Era su estrella favorita, no hay nada que le haga cambiar de parecer.

Yamaguchi le besó sus labios delicadamente, mientras aún sonreía. Le tomó de sus manos frías para darle un poco de calor y le preguntó:

- ¿Cómo estuvo tú día?

- Como la mierda, pero ahora estoy mejor - lo tomó de la cintura y lo acercaba más a su cuerpo.

Yamaguchi pudo sentir el aroma al perfume que usaba Kei, era uno de sus olores favoritos y nunca se cansaría de ello, le encanta ponerse las camisas o ropa en general del rubio por ese olor.

Aunque ambos disfrutaban de esa hermosa aura, necesitaban separarse para que el rubio se pusiera más cómodo. Allí el peliverde le dió su espacio para que se bañara y se cambiara de ropa.

El pecoso mientras tanto, buscó algunas papas fritas y cerveza para colocarla en la mesa. Era viernes así que podían estar hasta tarde viendo películas, y esa noche habría una gran maratón, una que habían estado postergando hace mucho tiempo. Luego buscó algunas mantas para abrigarse juntos, cerró las cortinas y colocó la intensidad de las luces en un ambiente más íntimo, pues sería su primera maratón de películas en aquella casa, que de ahora en adelante sería su lugar de descanso, su nido de amor, su hogar con Tsukki.

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Ambos estaban acomodados disfrutando de una película de comedia, Yamaguchi reía estrepitosamente con algunos chistes y escenas, aunque Tsukki no entendía ese tipo de bromas. Pero aún así estaba sonriendo y era por dos razones; la primera es que podía reírse de lo inútiles y estúpido guión y bromas malas; y la segunda, es que podía disfrutar de la gloriosa sonrisa de su novio.

Había veces que le acariciaba el cabello, su calor corporal se compartía y sus piernas estaban entrelazadas. Luego de un día tan cansador como ese, obtuvo la recompensa, pasar y recordar para siempre momentos así con su amado.

Un panorama así todas las noches, no estará nada mal.
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