🌈 TSKYM WEEK DAY 6

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Sólo una cama

Vacaciones de verano; la época que muchas personas esperan, ya sea para descansar en sus hogares, morirse de calor o hacer turismo en diversas partes del planeta.

Ese verano sería algo especial, la familia Yamaguchi y Tsukishima irían de viaje juntos como en los viejos tiempos. La única diferencia de esos tiempos es que los niños que solían jugar en una misma habitación, ya no eran tan pequeños y no podían compartir una sola cama. Aunque sus padres no se preocuparon mucho por ello.

- Pero ustedes ya están acostumbrados ¿No? - decía la madre del rubio.

- No cabemos en una cama tan pequeña, madre - se toca la frente con una expresión de frustración.

- Oh, es verdad, Kei-kun. Pero se las arreglarán ¿No? Al fin y al cabo hasta al día de hoy hacen pijamadas - se entrometió la madre Tadashi.

Los dos adolescentes suspiran con pesadez mientras sus madres reían bajito, y se fueron con una sonrisa en su rostro hacía sus respectivas habitaciones.

Los dos adolescentes suspiran con pesadez mientras sus madres reían bajito, y se fueron con una sonrisa en su rostro hacía sus respectivas habitaciones

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Yamaguchi tenía su pijama con sus calzoncillos y la camisa con el estampado "tacos"; Tsukishima tenía una remera y un pantalón largo y cómodo. Solo había una cama y el piso era muy helado como para que alguno de los dos se pudiera dormir. Decidieron dormir juntos en esa estrecha cama, aunque sería muy incómodo.

Antes habían dormido juntos, pero en una cama más grande y obvio eran más pequeños. Pero ahora... Ahora era diferente, sus cuerpos eran más grandes, así como la conciencia de que estarán más juntos de lo normal. Podrían sentir la respiración de su compañero, podrían sentir el aroma y lo más posible sentirían su piel rozar.

Y vaya que ambos necesitaban sentir la piel del otro.

Ambos correspondían sus corazones, pero nadie se atrevía a hablar. Decidieron hacer un voto de silencio. Por más que sus corazones gritaran lo obvio, lo hacían callar para no cometer una estupidez.

Los dos miraban al techo de la habitación, sus respiraciones eran sincronizadas, estaban tan rígidos como una tabla y no podían sacar conversación en esas posiciones. Algo raro para Yamaguchi quien no deja de hablar cuando está Tsukishima, pero ninguno de los dos se cuestionaba ese comportamiento del peliverde.

No querían mirarse a la cara, estaban muy juntos para su gusto. Bueno en realidad estarían mejor si el contexto fuera otro, pero al definirse solo como amigos era muy incómodo.

Trataron de cerrar sus ojos un par de veces, para evitar mirarse y para dormirse de una vez. Sin embargo, había un gran problema para Yamaguchi.

Necesita algo que abrazar para dormir.

Suspiraba con pesadez para poder dormir, aunque nada podría hacerlo caer en los brazos de Morfeo. Maldice en su interior por haberse acostumbrado a abrazar una almohada. Por otra parte, Tsukishima no podía dormir, por supuesto que era porque su gran amigo y gran amor no correspondido, estaba a su lado y le ponía algo nervioso. Y cuando lo escuchó suspirar trató de comenzar una conversación:

- ¿Sucede algo?

El pecoso se sonrojó, no pensaba ser tan obvio, pero debía responderle, por más que fuera vergonzoso.

- N-Necesito abrazar algo para dormir... - se avergonzó.

El rubio esbozó una sonrisa. Esa ternura de Yamaguchi era aquella que lo volvía loco, le salió una carcajada que hizo que el peliverde se pusiera en alerta.

- ¡O-Oye no te rías de mí! - al estar en esa posición no podía darle la espalda así que solo escondió su rostro en sus manos.

- Es que me parece tan... - fue interrumpido por el peliverde.

- ¿Patético? - dice tratando de terminar la frase.

- Tierno - menciona para corregirle.

El pecoso quedó algo asombrado y luego la vergüenza volvió nuevamente.

- ¿Por qué dices eso...? - el peliverde trata de buscar respuestas a lo anunciado por el rubio.

- Porque es la verdad, ¿Acaso crees que sería un mentiroso?

- No... Eres de todo, menos un mentiroso - le dice con una sonrisa.

Ambos volvieron a quedar callados, pero más cómodos que antes. Tenían una leve sonrisa en sus rostros, se sentían tan cálidos que no importaba la cercanía excesiva entre ellos, al parecer eso se colocó en octavo plano tras la conversación amena.

El rubio se le ocurrió una idea, una idea que serviría de beneficio para ambos. Pero al parecer era muy arriesgado para sus sentimientos. Estaba en una batalla en su mente, decirlo para estar más cerca de Yamaguchi o no decirle porque podría quedar como un estúpido. Finalmente tomó coraje y le dijo sin mirarle:

- Si no puedes dormir sin almohada, entonces puedes abrazarme... -

Yamaguchi quedó estático, no podía creerlo. ¿Acaso sus sueños se harían realidad? ¿Al fin podría abrazar a Tsukishima como siempre estuvo fantaseando con su almohada? Quería responder, él necesitaba responder, pero de su garganta no salía ninguna palabra y se sonrojó.

Ninguno de los dos se veía, así que claramente estaban en su mente totalmente perdidos en sus pensamientos.

Finalmente, Tadashi respondió en su susurro que se quedó en un eco en la habitación:

- S-Sí... G-Gracias Tsukki

El rubio reaccionó al momento de escuchar aquello, no puso obstáculos, así que solo se acomodó mejor en la cama y extendió sus brazos para que el pecoso lo pudiera abrazar. El pecoso abrazó el pecho de Kei, y el brazo de éste se colocó a un lado, atrayéndolo a su lado. Pudo sentir la esencia de Tsukishima, ese perfume que ya es parte de él. Además, sintió la respiración tranquila, pero los latidos de su corazón iban tan rápidos como los suyos.

Yamaguchi quería permanecer despierto más tiempo, pero no podía. Al fin pudo cumplir su sueño de dormir de esa manera con su amor platónico y para su mala suerte sus ojos ya no podían más del agotamiento.

Era lo mismo para Tsukishima, estaba emocionado. La película que se hizo en su cabeza con todos los posibles finales trágicos que pudieron pasar tras hacerle esa propuesta se deshicieron tras sentir la presencia del pecoso entre sus brazos. Pudo sentir el cuerpo caliente contra el suyo, así como también las sedosas hebras peliverdes en su cuello. El sueño que repitió una y otra vez se había hecho realidad.

Finalmente, Tsukishima tenía razón, sería una acción beneficiosa para ambos.

𝘛𝘴𝘶𝘬𝘬𝘪𝘠𝘢𝘮𝘢 𝘏𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬𝘺𝘶𝘶!! | 𝘛𝘚𝘒𝘠𝘔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora