•Chapter Six•

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Alex tembló con anticipación cuando Sam dejo caer su brazo por debajo de sus piernas y dejo que se deslizara por su cuerpo. Mientras Alex agarro su cintura para balancearse, la castaña deslizo sus manos por su espalda y agarro su trasero amasando gentilmente, levantando y separando.

Gimiendo, Alex se froto contra la erección que estaba frente a su estomago. Sus manos eran mágicas.

Cuando sus manos dejaron su trasero y la aparto Alex sollozo.

Paciencia — Murmuro — Necesitamos quitarnos el resto de la ropa.

La beso despacio y mordisqueo bajando por su torso hasta quedar arrodillada frente a ella. Besando la parte interior de su rodilla, le quitó primero una bota y luego la otra, haciendo una pausa para besarle los tobillos. Luego enganchando un dedo en cada lado de sus bragas, las bajo por sus piernas, deteniéndose solo lo suficiente para arrastrar su lengua a través de su vello púbico.

Gimiendo, Alex se agarro a sus hombros cuando sus rodillas comenzaron a doblarse.

Levantándose, Sam la cogió en sus brazos y la deposito sobre la cama, pero en vez de acomodarse a su lado, dio un paso atrás y la acaricio con su mirada desde la cabeza a los pies.

Después de asegurarse que tenia toda su atención, empezó a desnudarse.

Estando al pie de la enorme cama, sus ojos nunca abandonaron los suyos, Sam desabrocho su túnica. Comenzando por su hombro derecho, despacio soltó un botón cada vez. Cuando termino con la fila diagonal se encogió. Su uniforme se deslizo hacia abajo por sus brazos, dejando expuestos sus pequeños senos. Cuando lo empujo quedo alrededor de sus caderas, cerrando sus manos en la cubierta de cama sedosa, Alex sostuvo el aliento mientras Sam levantaba sus brazos sobre su cabeza y se estiraba, su flexible piel deslizándose suavemente por los tensos músculos de sus brazos. El dragón en su hombro derecho pareció brillar con vida propia cuando su uniforme se deslizo más abajo. Solo su erección le impidió caerse.

El cuerpo de Alex le pido que dejara de contener la respiración. Trago aire, pero sus ojos permanecieron fijos en Sam.

Riéndose se giró, se sentó en la cama y se quito sus botas y calcetines. Luego se levanto dándole la espalda a Alex, planto sus manos en sus caderas y deslizo su uniforme hacia abajo. No llevaba ropa interior.

La mirada de Alex se deslizo hacia abajo por su columna vertebral. Dios que gran trasero. Su mirada se poso sobre su cola que era mucho mas gruesa que la de Kal-El y Lois. Pero entonces la suya era solo una cola mientras que las de ellos eran órganos sexuales.

¿Qué es lo que haces con la cola?

Sam se giró y sonrío diabólicamente.

En otra ocasión, cuando estés lista, te mostrare como puede ser usada mi cola.

Pero los músculos del estomago de Alex se tensaron. Se olvido de la cola de Sam cuando vio el tamaño de su erección que sobresalía del nido de finos y sedosos rizos. Alex había tenido algunos amantes, y ciertamente había visto mas de una de las revista Playboy. Hasta había dejado que sus amigas la hicieran ver una película pornográfica, pero no podía recordar haber visto nada tan impresionante como el pene de Sam.

Oh mi Dios. ¡Que grande es! Luego sonrío. Y es mío.

Riendo quedamente ante la mirada de la pelirroja, Sam avanzo lentamente hasta su lado, rozando su gordo pene a lo largo de la longitud de su cuerpo. Antes de que su boca reclamara la suya dijo.

¿Le gusta lo que ve, señorita Danvers?

Si — Gimió Alex y enrollo sus brazos en su cuello.

Pasiones Celestiales (Agentreign)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora