Desde que dejé mi tierra, mi hogar y mi nombre todo cambio para mi.
Mi destino comenzó siendo incierto, lo único que sabía era que tenía que luchar para poder sobrevivir en este mundo de hombres.
Cualquier copia o adaptación será denuncia.
Hurrem Sultan sabiendo que mayormente cuándo un príncipe ascendió al Trono escogía una favorita para pasar la noche, hizo que sea una celebración familiar, lo que tenía planeado en mente tenía que ocurrir. Un se acordaba cómo conocido Adara, pasaba por el harén y vio una niña llorando, se apiadó de ella, algo en su corazón qué dijo qué será lo mejor decisión que había tomado. Le dijo a la Kalfa que la bañera y la presentar a sus aposentos, cuando la vio cambiada y la miró a los ojos novio, sus ojos brillaban, brillaban de astucia y determinación, desde ese momento la tomo como su protegida, la educó y cuidó lo mejor que puedo, no supones entonces para qué, cuál era su propósito, pero ahora lo sabía. Iba a ser de Adara en una sultana, sabía que desde hace tiempo a ninguna concubina le decían sultana, no desde su bisabuelo, pero lo iba a lograr. Con esos pensamientos la mandó a llamar con Fakria.
- Sultana, para qué me llamo?-
- Dime una cosa Adara, quién quieres ser, una simple criada o una sultana?
- No entiendo mucho tu pregunta sultana.
- La pregunta es fácil, quieres ser recordada o no, morir en estas paredes del harén sin hacer algo útil
- Me encantaría
- Pues lo serás
- Te eduque correctamente, sabes las reglas del harem y eres inteligente, quiero que seas la principal concubina de mi hermano, Atike, su primera esposa es muy inocente para este lugar y la otra, no es la mujer correcta para el poder, es una creída, carece de educación. Es por eso que voy a hablar con mis hermanas y mi madre para que en una semana te mandemos con mi hermano, mientras que te enseñamos el arte de la seducción. Mientras mandamos a Atike.
En la semana que pasó, tuvieron que mandar a las dos esposas de Cihangir a sus aposentos, pero con hierbas de infertilidad. Le enseñaron a bailar, moviendo las caderas con coquetería. Aprendió rápido y pronto dominó La danza del vientre. Habían decidido entre las hermanas ah no cambiarle el nombre, para que sea Su Majestad el que lo hiciera. En ese tiempo se hizo amiga de Nigara, una chica ella estaba en el harén cuando ella llegó. Le celebraron su cumpleaños y las sultanas le regalaron un vestido.
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Llegó el gran día, algunas hatuns le ayudaba a vestirse, en el peinado y en las pequeñas joyas que llevaba, cuando se estaba mirando el espejo la sultana Hurren ingreso.
- Por favor retirense - Sultana
- Sé que tienes 15 años y mi hermano 20, pero también sé que eres inteligente y mi hermano un caballero, al final decides no compartir lecho con mi hermano, te entenderé y estoy segura que él también.
- Gracias sultana, pero no se preocupe no la voy a defraudar
-No me defraudaras tomes la decisión que tomes. En eso entra Fakria Kalfa para informarme que ya debo ir, la sultana me despide y se va por otro camino del mío. La caminata por el camino dorado es eterno, hasta que llegamos a sus aposentos
- Guardias, el sultán espera a la muchacha
- Iré confirmarlo con el sultán
Al decir eso entra la habitación y sales rápido, dejándome la entrada disponible. Cuando ingresó me arrodillo, tal como dicta la tradición, hasta que siento una mano tomando mi mejilla
- Cuál es tu nombre? - me pregunta
- Adara, Su Majestad
- Cuántos años tienes
- 15 mi señor
- Quién te mandó?
- La sultana Hurrem
- Levántate
En eso me guìa unos sofás que había
- Te he visto antes - me dice - siempre en compañía de mi hermana, te vi en la fiesta de 18 años, tú aún eras una niña. Hace cuánto tiempo fue capturada?
- Desde que tenía 13 y la sultana me acogió
- Cenemos por favor nos disponemos a cenar y a conversar, hablamos sobre los diferentes países, cuál era su atractivo y la literatura.
Luego de acabar, él me besó, no me resistí, eso era lo que quería. Mi corazon comenzo a palpitar rápido. Él la guió a su cama y esa noche nos decimos uno y lo disfrutamos.
