TREINTA Y CINCO

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1784

Y la familia imperial otomana seguía teniendo bodas reales, esta vez se trataba de la penúltima hija del Sultán Cihangir, la sultana Beyhan quién estaba comprometida hace un año y medio y ya contado con 20 años. 

Ella misma había buscado a los candidatos que le mandó su madre para elegir a su esposo, ella no se casaba por amor, no dudaba de que iba a ser feliz, futuro esposo era joven, educado, respetuoso y responsable. 

El sultán había firmado un tratado con el zar de Rusia para que sus comerciantes puedan comercializar a un costo accesible. 

El armamento del imperio había aumentado y era de calidad, los jenízaros cada vez tenían mejores servicios para ellos sus familiares por lo que había más cada día. 

La pobreza en la capital el Imperio era casi nula, pues a lo largo de los años había construido hogares para los niños pobres donde daba trabajo a los jóvenes, además de crear escuelas y mejorar el sistema de salud. Estas obras en el último año habían comenzado en el interior del imperio donde además nada dinero a establecimientos de calidad qué necesitaban y que había sido construido por antigua sultanas. Una de lugares de Caridad era el de la sultana Hurrem, esposa legal del Sultán suleimán.

La sultana se casaba con el hijo de un sultanzade, qué es había demorado en tener hijos y que era parte de la realeza europea por parte de su madre, ya que era princesa de nacimiento de los españoles, algo que después de casarse legalmente con el sultanzade había dado a conocer para poder reclamar lo que por derecho le correspondía, algo que los españoles habían aceptado.

La casa monarca de España estaba invitada para la boda, ya que al ser el tercero hombre de villa española, se le daba el título de Príncipe y bien es cierto era casi imposible que gobernara el, se le dio títulos nobiliarios de España, pero ellos no se veían en la obligación de vivir en dicho país, por lo que solamente habían quedado ir una vez al año para recoger su dinero, ya que el novio se había fiado En la religión musulmana y no pensaba cambiarlo. El nombre del novio era Murad.

El vestido de novia confeccionado por la misma persona que confeccionó el vestido de su hermana Ismahan.

El vestido de novia confeccionado por la misma persona que confeccionó el vestido de su hermana Ismahan

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Hakesi Gevherhan SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora