Desde que dejé mi tierra, mi hogar y mi nombre todo cambio para mi.
Mi destino comenzó siendo incierto, lo único que sabía era que tenía que luchar para poder sobrevivir en este mundo de hombres.
Cualquier copia o adaptación será denuncia.
Las cosas poco a poco mejoraron, el duelo pasó y el dolor cicatrizo, solo dejando una pequeña herida. Luego de la muerte del sehzade Ali la relación de Atike y Bahar mejoró, ella se encontraba para apoyarla y cuidarla en esos momentos difíciles.
Con el Sultán pasó igual dejo que en ella se refugiara, todas las noches durante un mes iba a sus aposentos, cenaban y se acostaban, ese pequeño gesto fue suficiente para él.
La relación con la Valide Sultan era tensa, el sultán no mandó a llamar a otra mujer y a pesar, de que en los primeros meses no intimaban, para él no era necesario. Algo, que por supuesto no le gusto a la madre sultana.
Sabía ya que eran sus sentimientos hacia su majestad, estaba enamorada de él, de ese chico caballero y encantador con ella.
Le comenzó a llegar cartas donde le pedían que no se dejara engañar, que buscara la verdad, al principio no supo de que se trataba, hasta que la última carta. En ella decía:
- La Valide Sultan no es tan santa como piensas que es, averigua la muerte del príncipe Hasan.
Nigara quién estaba desde antes en el palacio le dijo:
- Entre la Kadin Huma y la madre sultana siempre hubo tensión, la kadin se burlaba de la madre del sultán, le decía que no era nadie, que solo daba a luz a mujeres y siempre hacía de todo para toparse con ella y que le hiciera reverencia. La madre sultana le tenía odio y un poco de miedo, hasta que nació la sultana Nurbanu, donde despertó y se dio cuenta de que tenía tres hijas, algo que la hacía a su manera fuerte, por eso casó a su primera hija con un Pasha importante.
Todo lo que su amiga le dijo, lo guardo y mandó averiguar en silencio sobre la muerte del príncipe.
Se enteró que a pesar del odio entre las mandre, ellos se llevaban bien, que el difunto sehzade era un buen hermano mayor.
La Valide Sultan mando a otra concubina, la cual tuvo el Sultán que aceptar, el duelo había ya pasado y solo había dos príncipes. Cuando conoció a la Götze, está la miraba altanera por ser mayor que ella, la misma edad que el sultán.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Comenzó de nuevo a tomar hierbas para aumentar su fertilidad. Además aprendió a tocar un instrumento para impresionar al sultán.
Estaba lista para impresionar al Sultán, llevaba a Sumbul Aga dándole instrucciones para sus hijos. Cuando llegó, los guardias la dejaron entrar.
- Su majestad - se reverencio y se acercó a él abrazándolo, él se agacho y la beso.
- Mi querida Bahar - en eso observo que el instrumento que mandó a traer ya estaba ubicado.
- Quiero tocar una pieza para usted.
- Impresioname sultana
La melodía se escuchaba por todo la habitación, luego de acabar, él se acercó a ella y la beso, le cogió la mano y la arrastró a su escritorio. De hay le saco una caja y le dio. Al abrirla se quedó sorprendida. Era un collar de esmeraldas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dos meses después se enteró, estaba embarazada. Cuando le dijo al Sultán, este mando hacer una fiesta en su honor.
En ese mismo mes se enteró de la verdad, la Valide Sultan mandó a matar al príncipe Hasan, ella sabía de que Fahriye Kadin también quería matar al príncipe en venganza de su hijo menor, ella mandó a una criada, pero la madre sultana la encontró y fue ella quien hizo el plan más fácil para poder matarlo. Huma Kadin no se suicidó, ella se enteró de la verdad y le iba a decir al sultán, cuando su madre se entero y la mandó a matar haciéndolo pasar por suicidio.
Todo eso lo supo porque encontró a la criada y fue ella misma la que confesó todo. Supo que lo había hecho por venganza, por los tantos años de desprecio y humillaciones.
Aun no sabia que hacer con la carta de confesión que tenía de la criada, quien había sido su favorita. Por las dudas lo guardo. No quería malograr el cumpleaños de sus mellizos, quienes tenían tres años y comenzarán sus clases.
