SIETE

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Narra el sultán.

 Se acordaba como si fuera ayer los desplantes de su padre, cada fiesta de cumpleaños el prometido a ir en la mayoría se olvidaba. Siempre le dio las quejas esos otros esposas sobre los tratos ellas le daban a su madre, jamás hizo nada. Poco a poco el cariño que le tenía se fue. El día que tenía que ir a gobernar su provincia se prometió que se iba a convertir en alguien importante, que el pueblo iba a saber de él y no sólo de sus hermanos, e iba a ser que su padre se arrepintiera y lo cumplió. Los cinco años que gobernó Amaysa fueron los mejores, mejoró la economía y trajo la paz, llegó a ir a dos campañas juntos con sus hermanos, fue en la última que dos de ellos murieron, luego de eso él era el que hacía las estrategias de campaña, el convirtió en un estratega nato, se ganó el cariño del pueblo y los jenízaros. Cuando se convirtió en sultán, lo hizo con honor, cumpliendo sus promesas hechas a él mismo donde su pueblo como testigo dio fe. Cambio a la mayoría de políticos, gente nueva y talentosa, dejando de lado a los viejos pashas casi nunca lo apoyaron.

 Cambio a la mayoría de políticos, gente nueva y talentosa, dejando de lado a los viejos pashas casi nunca lo apoyaron

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Cuándo fue padre, fue una de las experiencias más hermosas de su vida, amaba a sus hijos por igual, sin diferenciar

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Cuándo fue padre, fue una de las experiencias más hermosas de su vida, amaba a sus hijos por igual, sin diferenciar. Nunca se enamoró de las madres de sus hijos, sólo les tenía aprecio, a Atike un poco más que Hafsa, se ganó su cariño, su precio y respeto como mujer. Nunca fue un hombre que le gustaran muchas mujeres, jamás imaginó enamorarse, tal vez por la situación en el que vivieron sus padres, no lo sabe con exactitud.

Lo que sí sabe, es que Bahar, aquella niña le encanta. Su carisma, sonrisa y su inteligencia lo cautiva. Puede pasar horas conversando con ella y no aburrirse. Al principio fue con conversaciones sobre la literatura, después te siguió la historia, hasta que cómo hizo comprarle su vida, él se abrió a ella así como ella a él. Le encantaba combinar con ella por el patio, a veces hablando, a veces callados.

Fueron tres meses, en la que sólo ella durmió en sus aposentos.Porque si visitaban, sus dos consortes con sus hijos. 

Hasta que la noticia le llegó. Fue él mismo quién la llevó a la enfermería por su desmayo, donde la doctora le dio la noticia más feliz. Su favorita estaba embarazada. Y el deseo que fuera una niña, tan hermosa como su madre e inteligente.

Hakesi Gevherhan SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora