Desde que dejé mi tierra, mi hogar y mi nombre todo cambio para mi.
Mi destino comenzó siendo incierto, lo único que sabía era que tenía que luchar para poder sobrevivir en este mundo de hombres.
Cualquier copia o adaptación será denuncia.
Luego de la semana, las hermanastras y madrastras del Sultán se fueron. En esa semana solo hablo con las Kadines y no con las sultanas, a pesar de que las invito a cenar, se excusaron para no ir. Se enteró que la razón fue porque se llevaba bien con las hermanas del Sultán y entre ellas la relación era tensa.
Mando a dar dinero a los pobres de la capital, Gual Aga se encargó que supieran que fue ella la que mandó el dinero. Además de hablar con un profesional para saber más o menos cuanto iba a gastar para hacer una fundación para niños y mujeres. Tenía que seguir el ejemplo de sus antecesoras.
Hafsa Hatum aprovechándose en la cuarentena de la sultana entró a los aposentos del Sultán, lo sedujo y se acostó con él. pues la Valide Sultan la dejo ir.
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Bahar Sultan se enteró por Nigara quien había escuchado decirle a las criadas de haberse acostado con el Sultán y vuelto a cautivarlo. Cuando se enteró le molesto mucho, sobre todo porque desde que se acostó con ella no volvió a intimar con otras, además de que el embarazo hizo fortalecer su relación. En su molestia aventó varias cosas de sus aposentos para desquitar su cólera.
A pesar de todo, no pidió explicaciones a nadie, no trato de echar la culpa a nadie ni mucho menos encarar a la madre sultana. La dejo que se burlara de ella, diciéndole que solo era una niña y nada más. Su manera de vengarse fue decirle que se corriera el rumor que el sultán la despidió temprano de sus aposentos, sin desayunar, algo que las criadas escucharon y se reían de ella.
Para demostrar que no estaba celosa y sabía comportarse invitó al Sultán a cenar con ella y sus demás hijos.
Cuando el Sultán llegó con sus demás hijos lo vio medio inseguro y mirándola raro, pensando que al ser una niña se iba a comportar mal, cosa que sí hizo, pero no en su presencia y que no iba a permitir que se enterara.
Luego de que su majestad se de cuenta de que no le iba hacer una escena de celos, disfruto de la cena y las conversaciones.
Un mes después, se enteró de la mala noticia, Hafsa Hatum estaba embarazada. Se hizo una pequeña fiesta, nada en comparación con la que celebraron en su honor.
El Sultán anunció que se iba de campaña en tres meses, en los cuales sus hermanas iban a venir al palacio y su madre se quedaba a cargo.
Al acabar la cuarentena volvió a ir a los aposentos del Sultán.
Por dos meses volvió hacer la única en la cama del sultán, hasta que a la Valide Sultán decidió que con dos príncipes no bastaba y mandó a una concubina húngara.
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Pasó yendo dos noches seguidas a los aposentos del Sultán, cuando tomó la decisión de invitarlo a cenar de nuevo con ella. No podía seguir permitiendo que hubiera otra. Hurrem Sultán le dijo una vez que el fin justifica los medios. Para que no haya amenaza mandó que le den hierbas para que no salga embarazada.
Lo que pensó que iba hacer una amenaza no fue así, la chica solo fue una favorita de tres noches y no volvió a ir, ella habló con la tesorera del harem para que la casaran.
