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Tomó su lechita de fresa y la abrió de una sola, no pensaba usar la pajilla así que la guardó en su mochila sin sacarla del empaque. A su lado continuaba Wong Yukhei, observando yacía con una boba sonrisa en los labios, "¿Qué me mira éste idiota?" pensó Huang un tanto molesto, para luego tomarle un sorbo a su bebida, rápidamente sintió cómo su mandíbula se destensaba debido al delicioso sabor de esta.

- Renjunie~ -La voz de Wong era estúpidamente dulce. - Mañana cuando estudie y no comprenda algo, ¿me ayudarás?

- Uhmm... -Retiró el filo de la caja de sus labios, mirando al frente mientras pensaba. - Mientras tenga que ver realmente con lo que estudies, sí, ahora cállate y déjame disfrutar de esta deliciosa leche de fresa.

Esas palabras fueron suficiente para Lucas, joder, el pequeño rubio estaba tomando la leche que él le compró, eso sin duda era un logro, ahora era imposible poder borrarle la sonrisa, y aunque el joven Wong no se ha dado cuenta aún, ya estaba siendo más feliz que en ningún otro momento en la vida.

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Hora de salir, el mayor daba saltitos en su lugar con la mochila cruzada en el torso, mirando a su Renjunie quién guardaba sus pertenencias en su mochila, siendo demasiado lento con ello, no obstante eso no desesperaba al moreno, podía esperarlo toda una vida y aquella hermosa sonrisa seguiría estando ahí para él.

Antes de que Renjun se pusiera la mochila en el brazo, Yukhei le ganó, tomando la mochila del menor para cargarla, haciendo parecer que era muy ligera, pero en realidad no lo era.

- ¡Oye! Dámela -Frunció el entrecejo, lanzándosele para intentar arrebatársela. Todo fue en vano, Yukhei era más alto y fuerte, nunca lo logró.

- No me la voy a robar, estoy ayudando porque es muy pesada para ti, mírate, estás chiquito -Respondió observándole de pies a cabeza. Las mejillas de Renjun se colorearon de carmín, ¿le estaba diciendo enano?

- Cómo sea... -Era muy extraño, pero esta vez lo dejó pasar.

- ¡Vamos, vamos! -Tomó la mano del rubio, para salir corriendo junto a él del aula, cómo si tuviesen mucha prisa.

La cafetería se situaba a la vuelta de aquella cuadra, misma en donde estaba la preparatoria. El lugar lucía muy bonito desde afuera, y no los decepcionó al entrar. Lo que le fastidió a Renjun fue que estaba casi lleno, había demasiada gente y él odia a la gente.

- Aquí -Dijo Lucas al visualizar una mesa libre, acercándose junto a Huang sin soltarle de la mano. Por fin deshizo el agarre, debía dejar que el chino menor estuviese cómodo. - ¿Qué quiere mi príncipe? ¿Un smoothie?, ¿Un café?, ¿Pastel?, ¿Un jugo?, ¿Un sándwich?

- ¡Sólo dame la carta! -Gritó molesto, no le gustaba que Wong fuera así de meloso y que le hablara con estúpidos apodos.

- Lo tienes frente de ti, éste de acá es para mí -Comentó señalando la carta con el menú que estaba a su lado.

A regañadientes, el más bajo tomó la carta, no la estaba leyendo realmente, pues le echaba tremendos ojos asesinos al castaño, y éste último le sonreía cómo siempre.

- Un smoothie de fresa y...una rebanada de volteado de manzana -Se decidió, aunque ya lo había decidido desde que salieron de la escuela.

- De verdad te encanta el sabor a fresa, sí estás bien chiquito -Wong admitía que el rubio lo enternecía descontroladamente. - Yo... un latte macchiato, y dos rebanadas de Devil's food

- Yukhei, esa es demasiada azúcar, por eso los hombres vivimos tan poco -El mayor parecía un bebé, y aunque tuviesen apenas 18 y 19 años, no debían comer demasiada azúcar.

Hey Sweetie! ; Luren  ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora