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- Qué desagradable ver tu cara por aquí -Refunfuñó la señora Wong mirando fijamente a Renjun, pensaba que se veía realmente ridículo con los harapos que tenía encima.

- Madre, no seas grosera con las visitas -Yukhei estaba molesto.

- No importa, Yukhei... Ya me iba -Mintió el pequeño Renjun.

- No, no, aún no termino -Antes de que Renjun pudiese cruzar aquella puerta, la mujer lo tomó del antebrazo. - Escucha, mocoso, te quiero muy lejos de mi Yukhei, no eres bueno para alguien de clase alta como él.

- Ya lo he dicho, Yukhei es mi novio y no me alejaré porque usted lo dice.

- ¡Ya basta, madre! -Gritó Wong asustando a ambos y hasta a Kun quien escuchaba todo en silencio. - No me dejará y yo no le dejaré, fin de la historia.

- ¡juhm! ¿Quieren jugar con fuego? -Los miró a ambos y salió de la habitación después de dar media vuelta. 

Huang suspiró tomando asiento en la orilla de la cama, a lo que Yukhei se estiró para tomar su mano con delicadeza.

- Tranquilo... todo estará bien.

- Bueno, chicos, yo también me retiro -Comentó el secretario Qian para luego salir del lugar.

Aquella tarde Renjun se quedó durmiendo en los brazos de su novio, preocupado por lo que podría pasar, todavía no sabía de lo que era capaz de hacer la madre de su mayor y por ello pensaba que era mejor estar preparado.


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- Claro, lo tengo todo bajo control -Jaemin sonrió y cortó la llamada.

Se encontraba en el vestíbulo de salida del aeropuerto de Incheon, esperaba a alguien especial. Aquel día había decidido ir solo él hasta allá.

Una enorme sonrisa se dibujó en su angelical rostro en cuanto pudo visualizar esa alta y esbelta figura caminar con una enorme maleta a su lado. Sin perder tiempo corrió hacia él y le recibió con los brazos abiertos.

- ¡Jaemin! Tanto tiempo -Sonrió tiernamente y correspondió su abrazo.

- Me alegra mucho verte de nuevo, Jungwoo -Respondió muy ansioso y se notaba en su enorme sonrisa. Le ayudó con su equipaje y contrató un taxi para que los llevara hasta casa de Na, pues no estaba nada cerca.

- Muchas gracias por aceptarme en tu casa, Nana, sin ti jamás hubiese podido regresar a Seúl para estudiar la universidad -Se sentía apenado en el fondo, no buscaba ser una carga para nadie.

- No es nada, Woo... Sabes que te aprecio mucho -Sonrió y observó el camino por la ventana del coche.

- Por cierto... ¿Por qué Yukhei no vino contigo a recibirme? Dijiste que él también estaba emocionado por verme -Un toque de tristeza adornaba los bonitos ojos del castaño claro. Jaemin casi se ahoga con su propia saliva al escucharlo y rió.

Hey Sweetie! ; Luren  ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora