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- No.

Ese monosílabo hizo que Huang se detuviera, observando fijamente al mayor sin expresión alguna.

- ¿Qué? Pe-Pero Kunhang... tú me deseas -Murmuró rápidamente, a lo que el mencionado negó con la cabeza un par de veces. Caballerosamente Wong lo apartó de sí mismo, y suspiró sentándose en la orilla de la cama con la mirada baja.

- Lo siento, Renjun. Esto no está bien -En su tono de voz se asomaba cierta decepción hacia sí mismo. - Eres el novio de mi hermano y tú lo amas... yo no soy a quién quieres, tampoco quieres hacer esto conmigo.

El menor se quedó en silencio, mirando el perfil del Wong menor con un par de ojos tristes. Se sentía horrible por querer utilizar a su amigo para olvidarse de Yukhei, sí, se dio cuenta de que él estaba haciendo las cosas mal.

- Perdón, Kunhang -Se bajó rápidamente de la cama mientras nuevamente sus lágrimas corrían rápidamente por sus rosadas mejillas. Corrió fuera de la habitación.

- Ren... ¡Renjun! -Se levantó sin pensarlo dos veces para ir detrás de él, pero cuando llegó a la sala escuchó cerrarse con fuerza la puerta principal. Se había ido.


El pequeño chino había salido del edificio a paso rápido sin tener una dirección clara, sólo quería huir de su realidad, deseaba con tanta fuerza no haberlo conocido. Deseaba no haberse enamorado jamás de Yukhei. ¿Por qué todo mundo quería hacerle daño?

Después de varios minutos se cansó de correr y cuando se dio cuenta estaba en otro lugar completamente distinto de donde estaba el hotel, así que simplemente se puso a caminar sin rumbo con la mirada baja, la ciudad era muy grande y claramente estaba más que perdido. No debió irse así, quería regresar y no podía, tampoco traía dinero, y su teléfono se había quedado sin batería.

- Dame todo lo que traigas, niño bonito -Un hombre se puso a la par y hacía presión con un objeto a un costado de su torso, Renjun se quedó atónito ante aquello. Mierda, era lo único que le faltaba. - ¿No me escuchaste? ¡Dame todo lo que tengas! 

- S-Sí -Murmuró con voz temblorosa y comenzó a revisar sus bolsillos. Únicamente portaba su teléfono inteligente y sus audífonos. 

- ¿Sólo esta mierda? -Tomó el teléfono y después de inspeccionarlo con la mirada, lo botó contra el piso muy molesto. - ¡Es una baratija! No vale nada.

Huang tembló todavía más en su lugar, el tipo daba mucho miedo al ser más grande que él en todos los sentidos. Acercó la navaja más a su cuerpo por lo bajo y ahí Renjun sintió que moriría.

- E-Es todo lo que tengo... no tengo dinero... -Titubeó un poco, algo que no hizo feliz al adverso.

El tipo estaba a nada de hacerle daño debido a lo furioso que se encontraba, sin embargo nada le ocurrió en los siguientes segundos. Un hombre bien vestido se metió para golpear al asaltante y lograr tirarle el objeto cortante lo suficientemente lejos para que no pudiese alcanzarlo.

Renjun solamente se quedó inmóvil en su lugar, intentando procesar lo que estaba pasando. El tipo estaba hecho mierda de tantos golpes que recibió, y al final no podía ni pararse, tampoco estaba consciente.

- ¿Estás bien, Renjun? -Y fue cuando lo reconoció, Qian Kun. 

- Se-Señor Qian -Dijo sin respiración, estaba sorprendido y aún un tanto asustado. El más alto lo acompañó hasta el coche que estaba estacionado en el otro lado de la calle, lo invitó a entrar y una vez ambos dentro se quedó en silencio mirando a la nada.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2023 ⏰

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