Hey Sweetie! ; Luren ♡

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Su mirada delineó el perfecto perfil de Yukhei, luego suspiró de una manera extraña, cosa que llamó la atención del hongkonés.

- ¿Pasa algo, Renjunnie? -Le observó con una leve sonrisa que se desvaneció en cuanto notó la expresión del ahora castaño.

- No es nada... -Apretó sus manitas contra sus muslos mientras caminaba a la par del más alto.

- Vale... -Musitó dejándolo pasar, esta vez su mirada se dirigió al suelo. Se formó un silencio muy incómodo. - Mira, mira, ¡un gatito! 

Corrió hasta estar frente al peludo, y sin decir nada más le cargó entre sus brazos; el minino se dejó hacer sin mostrar molestia o que se oponía a que el castaño le cargara, al contrario, se miraba muy cómodo.

- Jamás he tenido uno... -Acarició su cabecita mientras le sonreía al de ojos verdosos. - Sólo perros, un pez, un conejo, dos caballos y... bueno, no importa.

- Oh... es bonito -Estiró su mano e intentó acariciarlo igual, sin embargo el gato le gruñó mientras se le ponían los pelos de punta, Renjun no le agradaba.

- ¡Oh! Tranquilo pequeño, Renjunnie no muerde -Susurró dulcemente para luego reír.

- ¡Agh! Deja ese gato en el suelo y vámonos -Frunció el ceño viéndose adorable cómo consecuencia de un berrinche. El minino pareció comprender sus palabras, pues volvió a gruñirle.

- Hey, este chiquito es parecido a ti... sólo que él sí acepta mis cariñitos... -Siguió acariciando su lomo, a lo que el pequeño gatito comenzó a ronronear. Renjun gruñó molesto y luego se sonrojó.

Injun se dio la media vuelta dispuesto a irse sin Yukhei, a lo que el moreno rápidamente corrió detrás de él todavía con el gato en sus brazos.

- ¿Estás molesto por Junnie? -Puchereó triste Wong mirando de reojo al más bajito.

- ¿Junnie? ¡¿Le pusiste nombre a ese demonio con pelos?! -Se detuvo para mirarlo mientras hacía ademanes un tanto exagerados. 

- Sip... -Aún con todo eso, en ningún momento dejó de acariciar al minino de pelaje blanco. 

- ¡Seguro tiene dueño! No puedes quedártelo.

- Pero... vale, entiendo... -Se regresó para dejarlo en donde lo encontró y caminó de nuevo hacia Renjun, pero al llegar sintió algo tallarse en sus piernas, la pequeña bola de nieve se había encariñado con Yukhei. - ¡Renjun! Mira~ ¡Me ama!

- ¡Hey! Bola de pelos, fuera de aquí, Yukhei es mío-oh-oh... mi amigo, no el tuyo -Intentó arreglar su error, pero era algo tarde, Yukhei le escuchó a la perfección. Al gato no le importó y siguió demandando la atención del moreno.

- ¿Qué dijiste? -Estaba perplejo mirando fijamente al chino de sus sueños.

- ¿Dije de qué? -Comenzó a caminar intentando escapar, pero Wong una vez más le siguió ignorando por completo al gato. Llegaron a la parada de autobuses y tuvo que detenerse.

- Sobre "Yukhei es mío", no juegues así conmigo -Sonó muy serio y tomó levemente el antebrazo del chino. Huang le observó mordiendo levemente su labio con nervios.

- E-Eso... ¡Eso no es nada! Nunca dije eso, escuchaste mal -Quiso deshacerse de los nervios en ese momento, pero no podía.

- Entonces escuché mal, pero por un segundo fui feliz al pensar que fuese verdad... -Le soltó mirando el cielo azulado. - Creo que es tiempo de comenzar a superarte, ¿verdad? Tú siempre lo querrás a él... y yo, sólo soy el torpe Yukhei, un amigo más -Suspiró cansado mentalmente. - Me alegro de poder tener un amigo cómo tú, Renjun, no te preocupes si ahora estoy algo triste... saldré de esta, soy más fuerte de lo que te imaginas y... de los errores se aprende, ¿no?