Génesis 2:24

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"Por lo tanto, un hombre dejará a su padre y a su madre y se aferrará a su esposa, y se convertirán en una sola carne" ~ Génesis 2:24 (NVI)


-Pues sabéis qué preceptos os dimos por autoridad del Señor Jesús. Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor, no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; y que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas- Decía el Padre Maxi ante los todos los habitantes del pequeño pueblo de South Park

Cada domingo sin falta, la familia Tucker asistía con devoción a aquellas platicas que no paraban de hastiar al pequeño Craig de tan solo 12 años de edad. 

Thomas Tucker, un hombre educado a la antigua con sus raíces católicas tan arraigadas que su adoración y sentido de vivir era que su hijo se convirtiera en el próximo Padre de South Park, llevando en alto el apellido 'Tucker' y así honrar a su familia. 

Ese domingo, la misa era un tanto diferente, no había el mismo silencio que de costumbre, la voz del Padre Maxi se mezclaba con algunos quejidos que provenían del fondo de la iglesia.

-¡Gah!- Se escuchó por todo el lugar cuando todos centraron su vista en el pequeño rubio que no dejaba de tirar de su ropa y soltar algún que otro quejido lleno de ansiedad.

Los ojos del moreno intentaron ver de donde provenían los sonidos, pero al estar repleto de gente el lugar le fue imposible. Siguió su búsqueda visual hasta que un toque de hombre junto a una voz interrumpieron su búsqueda.

-Craig, hijo, no te distraigas, esta misa es muy importante, si no prestas atención Dios te castigará por faltarle el respeto al ignorar a uno de sus mensajeros- sentenció aquella figura masculina pelirroja.

-Sí, papá... pero, ¿quién hizo aquel ruido?, ¿por qué nadie le dice nada y a mí sí cuando llego a hablar?- Reclamó el pequeño de cabellera oscura.

-Es hijo de los Tweak, no le prestes atención, sobre todo, no se te ocurre acercarte a él.

-¿Por qué?- Cuestionó más intrigado que antes

-Porque es un desviado, todo el pueblo habla de ello, sus padres lo niegan, pero se le nota a lenguas que está por mal camino, lo peor de todo, es un pecador absoluto; si te acercas a él, lo único que pasará será que te corromperás, arderás en el infierno, porque Dios no ama a los desviados- Finalizó el mayor con mucho desdén.

Craig solo se limitó a mirar de reojo en ciertas ocasiones para evitar que su padre lo viera, que por ende, sería castigado.

La misa finalizó luego de dos horas y media, todos los fieles salían comentando sobre el almuerzo del día, planes para vacaciones que tendrían en unos días, ya que, al ser casi mitad de verano, los niños tenían un descanso de las escuelas.

Una pequeña aglomeración de padres de familia tenía una ardua conversación frente a las puertas de la iglesia. Descontentos, susurros se percibían de aquella charla.

-No quiero que ese niño se acerque a mí hijo- se escuchó por lo bajo.

-Sí, estoy de acuerdo, ¿y si algo se le pega? Ni Dios lo mande- correspondió una madre preocupada.

-¡Dios proteja a nuestros pequeños del mal! Ese niño no debería ni poder estudiar cerca de nuestros hijos- Argumentó la señora Donovan mientras abrazaba a su hijo por encima de los hombros.

Mientras esta charla sucedía, la familia Tweak subía a su respectivo carro, ignorando los comentarios tan grotescos que sus "amigos" lanzaban en contra de su hijo, ya que, cuando se rumoreó que este era homosexual, los padres y madres horrorizados, en vez de indagar sobre la verdad, cayeron en los prejuicios, creyendo todo aquello que se comenzó a rumorear por toda South Park, ¿un pequeño de 8 años teniendo sexo con 5 hombres? Puras mentiras que las personas crearon solo por ver a un pequeño tomar de la mano a su amigo para así poder cruzar la calle.

-Pequeño... estas vacaciones irás a un campamento que ofrece Oxford, ¿no te emociona?- Preguntó la Sra. Tweak- ¿y quieres saber la mejor parte? Si todo sale bien en el campamento, podrás ingresar a la escuela allá, es como un internado, tendrás tu habitación, amigos, y nosotros te visitaremos en vacaciones... ¿te parece bien, pequeño?

-¡Gah! ¿Se están deshaciendo de mí?, ¿hice algo malo?, ¡todo lo que dicen es mentira!- Gritó el pequeño Tweek comenzando a jalar su cabello, a la par que sus tics aumentaban.

-No, no, claro que no, hijo, es por tus estudios, en este pequeño pueblo no hay el nivel educativo que una escuela tan prestigiosa te puede dar- Intentó calmar el Sr. Tweak a su hijo.

-¡Pero no!, ¡yo no-qu-uiero!, ¡gah!, ¿y sí allá me hacen algo?, ¿y si el gobierno me lleva a porque ustedes no están?

-Tranquilo, hijo, recuerda que si no, te venderé como esclavo- Soltó el Sr. Tweak como un pequeño chiste para calmar a su hijo.

-¡Gah! ¡No! ¡Es mucha presión! ¡Prometo portarme bien! ¡No saldré con nadie, ni hablaré con nadie! ¡Por favor no me echen! ¡Gah!- Dijo en un sollozo Tweek.

Al entrar a casa, vio que sus maletas estaban echas, ¿pero cuándo pasó esto?

«¿Tan molesta es mí existencia aquí en South Park? ¿qué hice mal?». Pensó el rubio con lágrimas en los ojos.

-Pro-prometo que no saldré de la casa si me dejan quedarme- Dijo en un hilo de voz mientras sus papás hablaban con él, pero su aturdimiento solo le  permitió ver dos figuras altas moviendo los labios sin emitir sonido alguno.

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-Craig, hijo, baja a la sala un momento, por favor- Gritó por las escaleras el Sr. Tucker.

-¿Qué?- Dijo con disgusto el moreno.

-Estas vacaciones no saldrás con nosotros a la ciudad, hemos hablado con el Padre Maxi, el te ayudará a partir de lunes con tu formación en la casa del señor, si haces todo lo que él te pida, en poco tiempo tendrás lo necesario para predicar la palabra del Señor con sabiduría.

-¿Eso qué significa? ¿tendré que ir todos los días a la iglesia mientras ustedes pasean?- Peguntó algo molesto el joven.

-Oh, no, aquí viene la mejor parte, vivirás en la iglesia y podrás hacerte diácono muy pronto- Dijo con orgullo el pelirrojo.

-¡No! Quiero irme con ustedes, ¡no quiero pasar mis vacaciones en la iglesia! ¡menos vivir ahí! 

-¡Tucker! ¡Que no se te olvide que Dios te mira siempre, estás haciendo una grosería!- Alzó la voz el mayor- ¡Vas a representar a los Tucker siendo devoto a nuestro misericordioso creador!


CATAMITE // CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora