Hermione corrió por todo el castillo. Se sentía desorientada, traicionada, estafada y cualquier otro adjetivo para describir lo que ella sintiera. No podía creer que había considerado dejar la tierra para yacer allí, con esas personas. Todo para entender que era una mentira, se sentía sola, desolada y completamente inocente.
Encontró las murallas, un laberinto interminable de muros de cemento. Cada uno tenía un nombre, un color, un aroma diferente. Pero en su desesperación todas eran iguales. Comenzó a llorar, recordó la muerte de Fred, de Tonks, Sirius, Dumbledore, Dobby... Todos aquellos que quiso una vez y que se habían muerto. Tal vez por eso se había entusiasmado con ese mundo de papel, porque le daba esperanzas de que al otro lado aún había vida, un propósito, un existir.
Se tropezó. Cayendo al suelo decidió quedarse ahí mil años. Un mes ... ¡Un mes había dormido y nadie le había dicho nada! Cuando alzó la vista encontró un muro, cuyo nombre se encontraba con letra cursiva.
-No puede ser ...- Alcanzó a decir mientras se levantaba lentamente. Ahí estaba su nombre y una luz violeta neón se encontraba en su interior... Le estaban robando la esencia y en poco tiempo solo sería un suspiro de lo que fue. ¿En qué se había metido todos estos años? ¿En que se había metido ahora? Lloró aún más.
Fue entonces cuando decidí materializarme
-No llores más.-Le dije.
-¿Quién es usted?- No le respondí. Aún no era momento de revelarle quién soy. De mi papel en esta historia. No permití que me viera bien, de hecho solo me acerqué y le di un beso en la mejilla... Vitalidad si así lo quieren llamar. Luego que fui levitando como un ente.
Poco a poco me fui alejando mientras veía como su cara de sorpresa decodificaba la situación.
Hermione se quedó pasmada... Ya no sabía por qué estaba llorando, ya no había dolor alguno. Tan solo tenía sentimientos encontrados. Por un lado, odiaba el hecho de darle la razón a Bellatrix y por otro se sentía esperanzada por aquel roce de labios en sus mejillas. Era como si fuera energía dilatada en todo su furor.
Después de secarse las lágrimas miró su reloj: las tres y media de la madrugada. tenía media hora para hallar la estatua y reunirse con Bellatrix.
La encontró faltando un minuto para las cuatro. suspiró porque fue un tanto difícil ¿Saben? La estatua central no es está precisamente en el centro. sin embargo en el camino estuvo pensando que necesitaba pruebas. Si quería encarar a los integrantes de esa Orden no podía solo tener como fundamento lo que Bellatrix, alguien que no era muy querida por allí, le había dicho. No, debía de buscar el modo de indagar sobre aquella utopía, saber porqué estaba tan bien hecha y cuánto tiempo llevaba operando.
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MERCY [Bellamione fanfic.]
FanficDespués del final que ya sabemos de la guerra de Hogwarts, San Mungo lanza una alerta roja pues no tiene capacidad para todos los heridos en combate. El trío de oro, por ser los más fuertes, se les asignan a tres Mortifagos, con el fin de cuidarles...