Al acercarme a las puertas delanteras de bronce bruñido, veo a dos duendes custodiando cada extremo de la puerta, estos estan vestidos con uniformes color escarlata y oro. Me quedó muy sorprendidas al verlos ya que es la primera vez en mí vida que puedo observarlos en persona y no atraves de una pantalla de TV o cine.
Tratando de no ser descortés los saludo con respeto para luego atravesar las puertas delanteras, ahí vestíbulo dónde ahí varias filas de puertas color plata y en una de las paredes se puede leer un grabado con el siguiente mensaje:
Entre, extraño, pero preste atención A los que tienen el pecado de la codicia Para aquéllos que toman, pero no ganan, Deberán pagar en su vuelta. Así si usted busca bajo nuestros suelos Un tesoro que nunca fue suyo, Ladrón, usted esta advertido, tenga cuidado con encontrar algo mas que un tesoro allí.
Atravesé el vestíbulo hacia donde se encontraban otros dos duendes custodiando una gran puerta que da al vestíbulo principal, volví a saludarlos por respeto y me abrí paso al Interior, el vestíbulo principal era mucho más grande que el anterior, este contiene una larga contadora con 100 duendes sentados en altos taburetes trabajando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algunos se encontraban pesando monedas o contando, otros escribían con mayor reserva, examinabán piedras preciosas,etc.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era impresionantemente lujoso y asombroso, nunca en mí vida había estado en un lugar tan lleno de riquezas anteriormente.
Había muchas más puertas alrededor custodiadas por duendes, seguro alguna de ellas nos llevarían a las bobedas, deje de perderme en mis pensamientos para acercarme a una de las tarimas desocupadas y espere a que el duende terminara su trabajo.
Cuando esté al fin termino de examinar las piedras preciosas y las dejo a un lado me observó.
-Que su oro siempre fluya- lo saludé con respeto, este se me quedo mirando sorprendido junto con algunos otros duendes que se encontraban alrededor. Tardo un poco en salir de su aturdimiento pero su cara enojada con la que me miraba antes de que hablara se relajó un poco.
-Que sus bóvedas esten siempre llenas- me respondió- que se le ofrece joven bruja- su voz era algo grave y ronca, pero a la vez tenía un poco de suavidad en ella.
-Mi buen señor yo eh venido para ver si se me permitía hacerme una prueba de herencia- dije siempre con respeto, no quería tener a los duendes como enemigos.
-Espere un minuto- se bajó de su taburete y desapareció tras una de las tantas puertas, poco menos de un minuto volvió a aparecer con otro duende que parecía mucho más importante el cual vestía un traje a medida.
Cuando los dos llegaron al frente rápidamente repetí el mismo saludo que anteriormente había echo, este también pareció sorprendido y una sonrisa algo escalofriante se asomo en su rostro.
-Señorita mí nombre es Ranok y soy el encargado de las pruebas de herencia-me explicó- si me sigue haremos la suya.
-Claro- asenti, él se giró una vez más llendo hacia la puerta por la cual salió, antes de irme me gire al duende que me ayudo- muchas gracias señor...
-Griper- dijo este.
-Muchas gracias señor Griper por su ayuda- le sonreí para luego seguir rápidamente a Ranok el cual me esperaba un poco más adelante.
Observé a Baltazar el cual seguía dormido muy cómodamente contra mí pecho, parecía y mí idea de atarlo a mí cuerpo con esa tela funcionó ya que el parecía muy cómodo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
