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Mis aplausos, que se escuchaban por todo nuestro hogar, iban dirigidos a mi compañero de piso, quien se encontraba secando el cabello mientras se miraba al espejo. giró su vista para verme, y en cuanto lo hizo, sonrió e hizo un gesto para que me acercara a él, parecía orgulloso de sí mismo.
—venga, que ya te daba dos semanas sin bañarte, Kook.—agarré una pequeña silla que teníamos de adorno y me senté en ella, para ver cómo intentaba peinarse la peluca que traía puesta. —¿cómo te sientes?
—como nuevo —comenzó a sacudir sus cabellos mientras le subía la temperatura al secador, por un momento sentí miedo de que se le quemase. —sólo que hace mucho tiempo no ocupaba esto.
suspiré burlón, me causaba gracia que fuese tan idiota para algunas cosas, bueno, para muchas cosas. —yo te ayudo.
puse mis pies en la silla en la cual estaba sentado, sólo para estar mas arriba que él y así poder ayudarle en secarle el cabello, pues sin esta primera no le llegaría ni a los hombros.
pensé que me iba a molestar por eso, pues siempre hacía algo para hacer destacar su estatura a diferencia de la mía, pero no hizo nada, sólo se quedó callado mientras miraba a otro punto de la sala.
—gracias, yoonie.
fue lo único que salió de sus labios mientras le acariciaba con el aire caliente del aparato electrónico, me encogí de hombros, tal vez su pelo era sensible y por eso ocupaba mucha concentración para este.
cuando finalicé, le di un beso en la cabeza de forma involuntaria, él se hizo a un lado y me ayudó a bajar del lugar en donde estaba, para luego irse casi corriendo a su habitación y a mi dejarme solo en el comedor.
me encogí de hombros luego de mirarme en el espejo —bueno, me iré a bañar.
si él estaba limpio, yo también quería estarlo con él.
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