mute ✧ satzu

XXII

Tzuyu y Sana compartían habitación.

Los primos de Sana ya no vivían en esa casa, pero sus habitaciones seguían allí, donde podían recibir a sus visitas.

La chica muda se dirigió al dormitorio sin decir nada, la señora Minatozaki le hizo una ceña a Tzuyu para que ella la acompañara.

Encontró a Sana ya metida en la cama, notó los temblores de su cuerpo, a causa del llanto, debajo de las sábanas.

"Sana..." Tzuyu cerró la puerta para acercarse, notando a la chica esconderse bajo las sábanas "No, no."

Tzuyu se sentó en el borde de la cama, pasando su mano sobre el cuerpo tapado en sábanas, haciendo círculos sobre su espalda para calmarla.

"Mira, Sana, no sé qué pasa" dijo "Creo que estas mal por el tema del médico, pero no importa, en serio, estoy contigo, todo va a estar bien."

Sana asomó el rostro fuera de las sábanas, se tomó su tiempo para sentarse, limpiando sus lágrimas, mirando a Tzuyu con ojos rojizos.

"¿Quieres decirme algo?" preguntó, la chica asintió, y señaló sobre la cajonera, donde descansaba su cuaderno y su lapicera.

Tzuyu se los alcanzó y esperó a que la chica escribiera.

"Nunca te dije porqué no puedo hablar"

"¿Quieres contarme?"

Sana pensó en responder o no, pero en cambio escribió de nuevo en su cuaderno.

"¿Por qué crees que no puedo hablar?"

"Siempre pensé que era por tus cuerdas vocales" dijo.

Sana negó, volvió a escribir.

"Mi cerebro no está conectado con mi parte del lenguaje. No puedo hacer sonidos"

Tzuyu leyó varias veces, no respondió y Sana volvió a escribir.

"Escuché que mamá te diría. Prefiero decírtelo yo".

Tzuyu vió las lágrimas en los ojos de Sana, se apresuró en abrazarla, apretandola con ganas pero sin mucha fuerza.

"No sé porqué estás triste por eso" dijo "Espero que no pienses que eso va a afectar nuestra amistad o algo, Sana. Te quiero igual. Estaré a tu lado igual. Igual que lo he hecho todo este tiempo."

Sana se dejó abrazar unos segundos, antes de dar unas palmadas en el pecho de Tzuyu para que esta se separa.

Alzando su mano, Sana alzó el dedo meñique, para luego extender el dedo índice y pulgar, en una seña.

Tzuyu negó, no recordaba que Sana haya echo ese gesto antes.

"No sé lo que significa."

Sana sólo volvió a asentir, con una ligera sonrisa.

"Lo sé"