𝐓𝐓𝐄| ❛ -Recuerda Cami, tú y yo siempre juntos
hasta el fin. ❜
𝐂𝐀𝐌𝐈𝐋𝐋𝐄 nunca imaginó que la llegada de un
chico de bonitos ojos verdes al campamento mestizo
cambiaría tanto las cosas.
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𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 #𝟏
━𝐓𝐇𝐎...
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(camille avery)
Una hora más tarde nos dirigíamos hacia el oeste traqueteando. Ahora ya no había discusiones sobre quién conducía, porque teníamos un coche de lujo cada uno. Zoë y Bianca se habían quedado profundamente dormidas en un Lexus de la plataforma superior. Grover jugaba a los conductores de carreras al volante de un Lamborghini. Y Thalia le había hecho el puente a la radio de un Mercedes negro para captar las emisoras de rockalternativo de Washington, Percy había subido junto a ella y desde donde estaba podía verlos charlar. Yo, en cambio, estaba sentada en el asiento del conductor de un Jeep Commander negro, mi fangirl interior chillaba de la emoción al pensar en Patch Cipriano*.
—Ay, Nora— murmuré acariciando el volante—. ¿Como no te ibas a enamorar de ese bombón si conducía tremendo cochazo?
—¿Ahora hablas sola?— pegué tal salto que me estrellé la cabeza con el techo del Jeep. En los asientos de atrás se encontraba el vagabundo de antes mirándome con una sonrisa— Entonces si te invitó a conducir el sol con un coches de este estilo ¿aceptarías?
—¿Apolo?
Debo admitir que estaba más aliviada, no era un viejo verde. Aunque considerando su edad, si era un viejo, y si tenemos en cuenta que es una especie de tío también es verde, muy verde. Apolo se llevó un dedo a los labios.
—Estoy de incógnito. Llámame Fred.
—¿Fred? Ni lo sueñes, Fred solo le corresponde a mi amado Fred Weasley— dije negando con la cabeza—. Tu eres un viejo feo, no mereces llamarte así.
—¿Y como debo llamarme?— preguntó con una sonrisa. Yo lo miré seria fingiendo pensarlo.
—Lester.
Apolo pareció horrorizado.
—¡¿Lester?!— exclamó. Yo tuve que morderme los labios para no soltar una carcajada—. ¿Que clase de nombre es ese?
—Es un nombre feo para un hombre feo. No te quejes, Lester— le dije señalándolo con el dedo. El viejo se cruzó de brazos y me miró ofendido—¿Que haces aquí? ¿No se supone que los dioses no pueden intervenir en misiones?
—Bueno... Zeus se empeña en respetar esas normas. Prohibido intervenir en una operación de búsqueda humana. Incluso si ocurre algo grave de verdad. Pero nadie se mete con mi hermanita, qué caramba. Nadie.
Me dio ternura que hiciera aquello por su hermana, pero por obvias razones no se lo dije.
