📱: —Ya voy para allá— Envió el mensaje al grupo que compartía con sus mejores amigos. Guardó su teléfono en la bolsa de su chaqueta y subió al autobús.
Realmente pensaba en llevarse algo más interesante a la fiesta, pero se puso la ropa más sencilla que encontró.
Todo el trayecto miró hacia la ventana, mientras varios pensamientos invadían su mente.
Bajó en la siguiente parada y caminó aún un par de calles para llegar a casa de su amiga. Se escuchaba la música de lejos y podían verse luces de colores por las ventanas.
En el patio ya lo esperaban sus amigos y entraron los tres juntos a la fiesta.
—Pensamos que ya no vendrías— Le dijo el nipón mientras le servía un poco de refresco.
—Si. ¿Qué tal te fue en casa de ese tipo?—
Suspiro. —Pues... Bien, por que estuve solo casi todo el rato— Rió un poco mientras procedía a tomar un poco de su bebida.
—¿Qué tal está su casa?—
—La verdad si está muy amplia y genial. Me dio curiosidad de revisar todo—
—¡No hagas eso, Taeyong!— Respondió Yuta. Solía exasperarse cuando sus amigos hacían algo tonto o riesgoso. —... ¿Y qué había?— Pero la curiosidad puede más.
Sonrió divertido. —Nada relevante... Aunque no entré a su habitación y me quedé intrigado de saber que había ahí... —
De pronto, dos chicas sacaron a bailar a Yuta y YoonOh, dejando a Taeyong solo en la mesa.
El pobre solo miraba desde lejos como sus amigos bailaban con esas lindas chicas. No quería levantarse y pedirle a una chica que bailara con el, por pena; pero tampoco pretendía quedarse ahí sentado solo comiendo y bebiendo.
Un chico delgado, de estatura un poco baja y finos rasgos, se sentó frente a el. Era un rostro nuevo, nunca lo había visto antes en la escuela o por el vecindario.
—¿Te molesta si me quedo aquí contigo? Ya baile mucho y la verdad me siento un poco cansado— Diría con una leve risa. Tenía una sonrisa muy linda.
—Ah, no, puedes estar aquí— Respondió amablemente. —Ya empezaba a sentirme solo—
—Descuida, conmigo no te aburriras— Tomó un vaso y la botella de soda para servirse un poco. —¿Cómo te llamas? Igual debes ser amigo de Jihyo-Ssi—
—Ah, es mi compañera de clase y la verdad me cae muy bien— Volvió a sonreír. —Lee Taeyong, ¿y tu?—
—Chittaphon Leechaiyapornkul— Rió enternecido ante la cara de confusión del contrario. —Pero puedes llamarme Ten— Guiño el ojo.
—Un gusto conocerte, Ten. Me imagino que tu no eres de por aquí—
—De hecho no, vengo de Bangkok—
Ambos comenzaron a conversar sobre varias cosas. Taeyong aparentemente se había olvidado de que sus amigos lo habían dejado ahí y se centró en ese chico tailandés que por un extraño motivo lo hacía sonrojarse cada que sonreía.
—Oye, ¿qué te parece si bailamos un poco?—
—Ah, es que... Yo no se bailar—
—¡No importa, yo te voy guiando! ¡Ven!— Tomó a Taeyong del brazo y se lo llevó al centro de la pista.
Yong se sentía muy confundido de que mejor otro hombre lo sacara a bailar que una chica. Pero se dejaría llevar por el ritmo y comenzaron a bailar.
Yuta y YoonOh comenzaron a aplaudir y aclamar mientras todos se pegaban a las orillas y les dejaban a los chicos la pista despejada.
...
Estaba sentado sobre una silla rechinante, bajo un viejo foco que apenas y alumbraba.
La habitación estaba profundamente oscura, no se podía ver más allá de donde el estaba.
Cuando quiso moverse, no pudo, estaba atado a la silla.
Rápido se puso nervioso y comenzó a moverse bruscamente para poderse soltar.
Su miedo aumentó cuando unos pasos comenzaron a escucharse y el sonido de un cuchillo siendo afilado con algo.
Aquella sombra comenzaba a taparle la luz, y de pronto...
—¡TAEYONG, DESPIERTA!—
De golpe se despertó...
—¿Q-Qué me p-pasó?— Estaba temblando.
—Tomaste mucho y te quedaste aquí dormido— Señaló la mesa.
De lo último que se acuerda es de que bailó con Ten, luego festejaron con Jihyo y se puso a tomar...
—¿Y Ten?—
—Tu novio Ten— Dijo el menor riendo divertido.
—¡O-Oyeme n-no es mi novio!— De lo ebrio apenas y podía hablar.
—Ya se fue a dormir desde hace rato. Ven, vamos a que tu te acuestes también—
Entre ambos lo sujetaron y le ayudaron a ir a la habitación.
Cuando los chicos salieron de la habitación, cayó sobre la cama y se soltó a llorar mientras se hacía bolita. Ya había pasado un buen rato desde que su mente no lo atormentaba con esas cosas.
Solo esperaba que para cuando le llegara la resaca, ya no acordarse de ese horrible sueño...
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Hey! Ya pasamos las 200 leídas, muchas gracias!
Agradezco a las personitas que votan en cada capítulo y a la personita que ha estado comentando. Ustedes me incentivan a continuar esta historia.
A partir de aquí, trataré de hacer los capítulos más largos para hacerlos más interesantes y también trataré de ser más activa por acá. Y pues nada, gracias otra vez ♡´・ᴗ・'♡