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Llegada la noche...
Seoho llevaba cuando mucho una hora en su habitación justo después de haber dicho que se ducharía, mientras que YoungJo y yo tan sólo nos encontramos sentados sobre el sofá de cuatro piezas en la sala mirando la televisión en total silencio. Era extraño e incómodo, además, Ravn había optado por dejarlo en el canal de deportes y aunque yo no era muy fan de estos, decidí verlo junto con él.
— Se que no te gusta, pero...
Habló al fin destruyendo aquel silencio, sin embargo, se le veía avergonzado por el simple echo de haberle visto sonreír mientras veía dicho juego.
— Young, está bien, no te preocupes —. Sonreí y tome su mano para después recostar mi cabeza sobre su hombro y soltar un amplió suspiro.
— ¿Seguro? —. Preguntó aún un tanto avergonzado.
— Por supuesto, además, es algo que te gusta —. Rodeo mi cintura por detrás y volvió su vista hacia el televisor.
Me sentía tan bien con aquella cercanía, tanto que cerré los ojos y sonreí. Sentía demasiada tranquilidad, pero toda tranquilidad tiene su contra, y si, eso pasó. Sonó mi celular y Seoho al fin se dignó a bajar y entrar a la sala y sobre todo, sentarse al lado contrario de Young-ah.
— ¿Qué miran? —. Preguntó con evidente interés,a lo que yo hice caso omiso y me levanté de mi lugar para atender aquella llamada.
No se trataba de Hong Joong, pero si era alguien más, esto lo supe gracias a que en la pantalla sólo se apreciaba una serie de números, pero no había nombre. Al principio dude en contestar y dejarlo pasar, pero a la segunda llamada, opte por contestar y salir al patio para atender la misma.
Aunque me pareció un tanto extraño, pues nadie detrás de la otra línea parecía querer hablar realmente, por lo que opte por colgar, guardar mi celular y entrar de nuevo. Pero extrañamente mi celular volvió a sonar, lo saque y.. ¿Cuál fue mi sorpresa?, aquel número volvía a aparecer. ¿De quien podría tratarse?.
Esto empezaba a darme muy mala espina, por lo que de nueva cuenta lo guarde y entre rápidamente, después de eso cerré ambas puertas y me quedé estático por unos minutos frente a estás. Estaba asustado, realmente lo estaba, mis manos, brazos y piernas temblaban debido a ésto. ¿Qué clase de persona hace esta clase de cosas?.
Estaba tan aterrado que no pude evitar sobresaltarme cuando mi celular volvió a sonar, no quería sacarlo, no quería contestar, pero al final lo hice, lo saque y fui a dejarlo sobre la mesa.
— Hwanwoong, ¿pasa algo? —. YoungJo posó su mano sobre mi hombro y yo no pude evitar gritar y comenzar a llorar, estaba tan asustado que simplemente no pude evitarlo.
— Oye, disculpa, no fue mi..
Lo interrumpí, tome mí celular y se lo entregué.
— ¿Sabes quién es? —. Tomó el aparato extrañado y confundido, después de ésto sólo lo encendió y reviso las llamadas pérdidas.
