오직 너...

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Los días volvieron a pasar y con ellos los meses

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Los días volvieron a pasar y con ellos los meses..
Estaba nervioso, realmente nervioso por lo que iba a hacer.

Días atrás había estado llendo de aquí para allá junto con GeonHak y Xion a visitar diferentes tiendas, pues quería que mi obsequio fuese único y especial.
Y al fin lo había conseguido, ahora sólo faltaba ir a dónde Hwanwoong para hablar con él, pero me sentía como un niño pequeño: Asustado y muy nervioso.

Me encontraba ahora caminando por el pasillo y mordiendo mi labio inferior mientras entre mis manos mantenía oculta aquella caja.

Mi corazón retumbaba como un tambor, mis mejillas ardían, mis manos y mis piernas temblaban...

Estaba tan nervioso que incluso había comenzado a entrar en pánico.

YoungJo, ¿pero qué demonios pasa contigo?.
Dije para mí mismo regañandome como cuando mi mamá lo hacía, incluso, debo admitir que amaba cuando me llamaba por teléfono para hablar conmigo e incluso ahora pensaba que sería una buena opción llamarle, pues necesitaba de alguien que me aconsejará y quién mejor que mi propia madre.

Así que sin más...
Fui directo al baño, me encerré y saque mi celular para llamarle.
Estaba tan nervioso y eufórico que quería llorar.

Teclee su número y espere a que contestara, sin embargo, no fue ella quien atendió si no que al contrario..
Fue mi padre quien lo hizo.

— YoungJo..
¿Pasa algo?, te escucho muy agitado.

Suspiré y pase saliva para después responderle. No quería que se preocupara.

— Si, estoy un poco agitado, pero estoy bien.

— Me da gusto, ¿y por qué estas así?

— Yo..
Bueno, lo que pasa es que...

Narra Keonhee...

Hwanwoong estaba de un lado para otro caminando en línea recta por la habitación, no sabía lo que pasaba pero estaba seguro de que a lo mejor tenía que ver con Ravn.
Sin embargo no podía decirle nada sobre lo que Young había estado haciendo estos días, no podía, había quedado en algo con ellos y no podía faltar a mi palabra, por lo que no me quedaba de otras mas que evitar que Yeo saliera de la habitación.

Por fortuna, Yuki entró.
No sé para que lo hizo pero me sentí aliviado.

— Yuki, que gusto verte —. Me levanté del sofá y fui directo a abrazarla. Era prácticamente mi hermana menor.

— Ah, Keonhee..
Igual, que gusto verte —. Correspondió y me dedicó una sonrisa sútil para después separarnos y ahora sí explicarle lo que pasaba sin que Hwan nos escuchará.
Para suerte mía me escucho con atención y pude explicarle todo con lujo de detalle.

— Oh, es eso —. Ella mostró una amplia sonrisa, sin embargo, de nuevo tuve que advertirle que Hwanwoong no debería saber nada al respecto si no venía de la boca de YoungJo, por lo que ahora no hizo más que hacer un puchero y sentarse cruzada de brazos y piernas sobre el sofá.

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