Un amor inesperado

Misiones

Cuando un nuevo día llega uno espera que todo sea diferente al anterior, pero tampoco esperaban que tanto. Contando que no pudo pegar un solo ojo en toda la noche, no le quedó más que levantarse de la molesta cama cuando el reloj marcaba las cinco de la mañana para de esa forma comenzar a preparar el desayuno. Cocinar era algo que definitivamente la distraía de la realidad y de todas las ideas que su cabeza manejaban en ese momento, tanta era su concentración que no escucho la persona que entraba y se sorprendía de verla tan temprano, no solo eso sino que con varias galletas, brownies y tortas.

 

_Vaya…. Cuantas cosas ricas.

 

_Merlín santo…. Que susto- Llevando sus manos con harina a su pecho mientras buscaba un trapo para limpiar el desorden y limpiarse ella- Buen día Minerva.

 

_Buen día Hermione, ¿Desde cuándo estas levantada?- Tomando otro de los trapos y ayudándola a limpiar.

 

_Mmmmm…. Desde ayer…. Creo.

 

_ ¿No dormiste anoche?

 

_Mmmmm…. Por lo general se me complica dormir cuando no está Draco, ahora por lo menos sé que no estoy sola y pude quedarme en cama un rato más, no quería hacer ruido para no molestar toda la madrugada…. Antes solía cocinar toda la madrugada y limpiar toda la casa, sin magia porque no tenía control, ahora tengo mucho menos control pero igual, eso me distrae de pensar mucho, busco algún libro- Suspirando mientras sentía las manos de su profesora preferida que la guiaba hasta una de las sillas de la cocina.

 

_Tú…. Te quedas ahí, yo preparo el desayuno y contando que no tengo mucho para hacer porque en teoría estoy perdida o que se yo que dijeron…. Vamos a la biblioteca a buscar algo y luego duermes un poco hasta que llegue Draco, no creo que tarde mucho más y no estará muy contento de encontrarte desvelada.

 

_Si…. Lo sé, solo que no puedo evitarlo. Todo esto me preocupa mucho y a la vez me siento inútil- Sus ojos comenzaban a nublarse mientras una taza de té se posaba frente a ella.

 

_No eres inútil, estas embarazada…. Contando la corta edad que tienes viviste aventuras por toda una vida, ahora disfruta tu momento y vamos que tienes una siesta que tomar antes que el papá de ese pequeño venga y se enoje porque no descansaron correctamente.

 

 

 

Y así es como Draco las encontró, sentadas en la biblioteca leyendo con la única diferencia que las más joven de las dos dormía plácidamente con la cabeza apoyada en las piernas de la más grande.

Fue a dejar sus cosas y ponerse ropa más cómoda para poder regresar con ambas mujeres, no sin antes llevarles un poco de té junto a algunas galletas que había traído de la casa de su madre.