part 10

423 34 3
                                    

(+18)

Sabía muy bien que esto no era lo que ninguno de los dos quería y por más que el profesor Jeon tratase de ocultarlo lo podía notar bien en su rostro.

No me iría de allí hasta tener todo claro, o por lo menos que el profesor Jeon tratara de abrirse a mí y no precisamente de piernas.

—No.

Respondí con una voz firme, acercándome a él con la mirada fija en su rostro, el cual miraba a sus pies. Suspiré al estar cerca de él, tomando su mentón entre mis manos, dando una pequeña caricia a este, levantando levemente para que me observara a los ojos, cosa que lo evitó los primeros segundos pero pareció darse cuenta hasta que finalmente me vió directamente a los ojos.

Quería besarlo, Dios, unas ganas inmensas de besarlo, preguntar qué sucedía y porqué actuaba de esa manera.

Estaba a punto de emitir una sola palabra la cual quedó a medio camino al sentir la mano del profesor Jeon tomar el borde de mi pantalón, tirando este hacía abajo. Trague en seco cuando lo vi caer de rodillas, dejando su rostro a escasos centímetros de mi pelvis.
Su caliente aliento golpeaba mi miembro ya erecto por sobre la tela, dejé escapar un gemido grave al sentir su lengua pasar sobre toda mi extención, humedeciendo la delgada tela que separaba ambos músculos.

Llevé una mano a mi boca, callando los vergonzosos gemidos que salían de mi boca cuando Wonwoo tiro del elástico del boxes hacía abajo, liberando finalmente mi miembro y así meterlo inmediatamente a su boca la cual no entraba por completo por lo grueso y largo falo. Timidamente baje mi mano a su cabello, dando unas suaves caricias. El profesor Jeon emitió unos dulces sonidos que me dejaron totalmente cautivado, queriendo escuchar más de aquella hermosa voz.

—P-profesor...

No tenía ni idea del porqué hablaba en ese momento, estaba totalmente cegado, hipnotizado, me sentía drogado. El calor inundaba mi cuerpo de una manera exagerada, mis piernas flaquearon por momentos, mi respiración agitada, quería sostenerme de algo por si caía en cualquier momento y sentí que estaba a punto de caer cuando Wonwoo succionó con una fuerza, su lengua dando pequeños lametones en mi glande aún en el interior de su cavidad bucal.
Bajé mi mirada, observando su hermoso rostro, sus ojos cerrados, las gafas se resbalaban por su nariz, noté como este las subía con su mano libre así que opté por retirar sus gafas, dejando estas en una mesita cercana para luego pasar mi mano por su frente y deslizarla hacía arriba, llevando consigo algunos mechones de cabello que interrumpian su vista.
Sus mejillas se ahuecan, succionando aún más. Empujé su cabeza suavemente, esperando que mi falo entrará más hasta su garganta pero lastimosamente, o no tanto, no entraba del todo.

Sentí su fría mano tomar mis testículos y así comenzar a juguetear con estos, tragué en seco, soltando su cabeza para llevar mi mano a la mía, peinando mis cabellos hacía atrás mientras gruñía bajito.

El profesor Jeon se separó abruptamente de mi miembro, emitiendo un pequeño sonidito cuando dejó mi falo, bajé la mirada y maldición, era la imagen más caliente de mi vida. Wonwoo con la boca ligeramente abierta, su pequeña lengua por fuera manteniendo la unión de un hilo de saliva y presemen de mi glande, pasó su lengua por sus labios, cortando esa pequeña unión, llevando su propia mano a su boca, limpiando las comisuras de sus hermosos labios.

—Maldición —Lo observé entrecerrando mis ojos, lleve una de mis manos a su lindo rostro, limpiando las pequeñas lágrimas que se acumularon en sus ojos. De un momento a otro se levantó, tomandome de la muñeca para así tirar de esta hasta la mesa donde antes me tenía acorralado. Me despoje de mis pantalones en el proceso—. H-hyung...

—¿No era esto lo que querías, eh? ¿Follar con tu maldito profesor? Ambos lo queremos, ambos necesitamos esto.

—Es increíble.

—Lo es...

Deja un beso sobre mis labios, tomando el inferior y tirar suavemente de este, solté un gemido de dolor ya que aún dolía. Una de sus manos tocó todo mi torso, bajando hasta mi hombría la cual comenzó una estimulación a este.
Con la mano libre me empujo hasta que quedase acostado boca arriba sobre la mesa. Observé su rostro, con las mejillas coloradas, los labios rojizos y los ojos llorosos, sin embargo, no notaba alguna expresión en este que le diera algun indicio de algo importante.

Se inclinó sobre mí, acercando su boca a mi oído para susurrar — Hermoso...

Me encantaba, Dios, yo realmente amaba a este hombre con toda mi alma, necesito todo de él, necesito tenerlo para mí siempre, soy un jodido adolescente aún que posiblemente no entiende muchas cosas de la vida, pero de algo que estoy totalmente seguro es que amo tanto a mi profesor de literatura, lo amo más que nada, más que mi vida.

(...)

—Y-yo...

—Puedes retirarte ya, Mingyu.

—Pero...lo que hemos hecho, no creo que vuelva a suceder...

—Por favor, vete.

La decepción era grande, muy grande pero supongo que debía entender lo que no me dió a entender nunca.
Suspiré para así asentir con la cabeza, resignado, caminé hasta la puerta principal, saliendo de su casa, no esperaba nada, no esperaba que me siguiera y me detuviera así como tampoco esperaba algunas palabras de él, nada.

Caminé hasta mi casa, cabizbajo. Al llegar, mi madre comenzó a reclamar dónde había pasado toda la tarde, la cuál ignore con un simple "como sea", subiendo a mi habitación y lanzandome a mi cama bocabajo.

Sentía un enorme vacío en mi corazón, uno que estaba seguro no se llenaría fácil.

.
.
.
.
.
.
.
.

Disculpen la demora.
Y bueno, espero les guste este capítulo y si algo esta mal no duden en hacérmelo saber.
Les quiero mucho, gracias por seguir, leer y esperar por esta historia.

ʜᴀɴᴅᴡʀɪᴛᴛᴇɴ - ᴍᴇᴀɴɪᴇ ᴀᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora