hand-written

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     El primer día que lo vi, mis ojos se pegaron a él como chicle en un zapato.

     Verlo presentarse de esa manera tan formal y educada, vestido con un traje elegante pero encantador, su negro cabello algo ondulado parecía ser suave, cuanto deseaba pasar mis dedos por su cabello. Su complexión era delgada; pero no como cualquier cuerpo varonil que hubiera visto antes... era tan seductor. Los anteojos redondos que adornaban su delgado rostro lo hacían ver hermoso.
Caminaba de aquí para allá, explicando con total fluidez en sus palabras cómo dio inicio la literatura Coreana, una historia que para cualquiera resultaría aburrida pero para mí no lo era en esos momentos, porque era él quién hablaba.
Su voz, ¿no mencioné su voz? Era un éxtasis escuchar aquella grave voz que hacía poner mi piel de gallina cuando pasaba a mi lado hablando de quién sabe qué porque en esos momentos mi mente quedaba en blanco.
Quizá era él único que lo notaba pero podía jurar que el maestro Jeon movía sus caderas cuando regresaba a su puesto frente a toda la clase luego de pasar unos cuantos segundos detrás de mí. Y posiblemente la emoción del momento también me hacía ver cosas que ni al caso; como cuándo la mirada del maestro Jeon se clavaba en mí durante toda la clase, cuando un examen sorpresa llegaba o simplemente cuando se suponía que debíamos estar leyendo. No fue solo una vez, pasaron tantas veces que finalmente me atreví a encararlo, regresando aquella atrevida mirada que recorría todo mi cuerpo.

     A veces me levantaba de mi asiento con la excusa de necesitar una explicación a algo que no comprendía con claridad; caminando hacía su escritorio, inclinandome muy cerca de él para poder escuchar esa hermosa voz, pasaba un brazo por el borde detrás del respaldo de la silla y mi otra mano en el borde del escritorio, prácticamente lo acorralaba con mi cuerpo y podía notar como el maestro Jeon cruzaba sus piernas y se movía más hacia mí, con la intención de tener más de cerca mi calor corporal.
Ese hombre me enloquecía tanto a tal punto de tener pensamientos impuros cuando lo veía cada día, pensando qué se sentirá tenerlo debajo de mí, verlo ser un desastre por mi culpa y pasar mis manos por aquel delgado cuerpo mientras lo besaba sin parar. Maldición, el maestro Jeon era tan encantador y sensual, lo necesitaba tanto.

     Me llamo Kim Mingyu, tengo 19 años, estoy a punto de graduarme de la escuela media y mantengo un secreto peligroso, estoy enamorado de mi maestro de literatura, el Sr. Jeon de 31 años de edad.

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Quería publicarla hace tiempo pero me resistía por la vergüenza y además la manera en la que esta escrita, pero me arriesgo a recibir sus opiniones sobre esto y además me ayuda mucho para aprender a escribir en primera persona, así qué, lamento si esto es un fracaso.

Gracias por leer ^^.

ʜᴀɴᴅᴡʀɪᴛᴛᴇɴ - ᴍᴇᴀɴɪᴇ ᴀᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora