Luego de ese día no fui contactado por el maestro Jeon.
Fue como si desapareciera de mi vida en una sola noche.
Pero lo que realmente me sorprendió fue la ausencia del maestro Jeon en la escuela. ¿Enfermó? El hombre de esa vez me había comentado que Wonwoo no era un buen bebedor, ¿fue buena idea haberlo dejado solo?
Cuando la clase de literatura llegó, su puesto fue remplazado por el profesor Lee Jihoon y no comprendía bien el porqué el profesor de música estaba con nosotros.
Ese día fue aburrido para mí, esperaba ansioso recibir un mensaje de texto de parte del profesor Jeon, mensaje que en ningún momento llegó.
No fue hasta el día jueves que me llamó.
Estaba acostado en mi cama luego de una larga jornada en la escuela. Mis amigos me habían invitado al parque de diversiones para pasar el rato pero mis ánimos andaban por el suelo que solo quería estar en cama, pensando en todo y es que mi todo era Jeon Wonwoo.
Estos sentimientos por él comenzaron a intensificarse cuando comencé a visitarlos casi todas las tardes a su casa. Era difícil para mí tratar de ocultarlos y si el profesor Jeon se dio cuenta de estos es por esa razón por la que no he recibido algún mensaje o llamada de él.
Me deprimía, sí, durante casi un mes teniendo una relación un poco mas íntima que sólo alumno y profesor, me había vuelto dependiente de él. De su grave pero suave voz, aquel dulce aroma a café y vainilla que siempre tenía.
Lo extrañaba, lo extrañaba demasiado.
Y solo dos días habían pasado.
Mi teléfono sonó de repente, tomé este sin ver quién era.—¿Hola?—Hablé desganado. Llevé una de mis manos a mi abdomen y comencé a jugar con mis dedos sobre este.
—Mingyu... ¿me acompañas al hospital?
Su voz.
Es él.
Me levanté de inmediato y caminé hasta mi armario buscando en este algunas prendas al azar para salir de casa. Respondí a Wonwoo con un "sí", ignorando la emoción en mi voz cuando esa palabra salió de mi boca.
Al estar vestido bajé a la primera planta, mi madre recién entraba, ya que tenía descanso a estas horas. Me acerqué ella sin decir nada y planté un sonoro beso en su frente, esta me vio como si un fantasma estuviera frente a ella y no me sorprendía, no siempre la trataba así y ella a mi tampoco.
—¡Saldré al hospital, tengo una cita allí, posiblemente regrese más noche y mañana!—Avise desde la puerta principal, colocandome los zapatos y atando estos.
—¡Largate ya de esta casa, pareces perro callejero!
Ignoré aquellas palabras y salí disparado hasta el hospital donde él se encontraba.
Llegué abriendo abruptamente la puerta del lugar, todas las miradas cayeron sobre mí por la entrada que había hecho, me disculpe con todos haciendo una rápida reverencia y busqué con la mirada al profesor Jeon.
Una mano se elevó entre las pocas personas que se encontraban en la sala de espera, caminé apresurado hasta él y me senté a su lado.
Se veía bien, tan bien. Aquellos aburridos anteojos que adornaban su rostro, aquel cuello de tortuga color negro de hacía resaltar su bonita piel, su mano aun estaba vendada pero parecía doler menos ya que podía sostener algunas cosas con esta.Bajé la mirada avergonzado aún tras haber herido su mano. Aún sentía culpabilidad dentro de mí por eso a pesar que estuviera remediando mi error desde el primer día.
—He venido una vez a la semana a rehabilitación por mi mano. Esta sera prácticamente mi última cita aquí, a menos que necesite más cuidado.—Habló con frialdad. Asentí con la cabeza y fije mi mirada al frente. Tenía miedo de verlo, no sabía qué pasaba en ese momento por su cabeza, ¿me odia? ¿siente algo por mí? ¿esta será la última vez que lo vea de esta manera? ¿nuestra relación acabará?
Fue llamado por una enfermera, ambos entramos a un consultorio, donde le tomaron una radiografía a su mano, esta solo tenía heridas ya secas pero pude notar que aún le era algo difícil sostener algunas cosas pesadas.
El doctor le indicó que tenía que tomar aún mas reposo con su mano, evitar tomar objetos pesados y seguir con la rehabilitación por más que duele pero era para su bien, ya no era necesario vendaje o algo más para mantener su mano bien, sin embargo, necesitaba una constante atención, como por ejemplo lavar esta con agua tibia y con ligeros masajes.(...)
—¿Cómo se siente, hyung?
—Ah...Hm... s-se siente tan bien...—Respondió con suaves jadeos. Mordí mi labio inferior sin dejar de masajear su mano, esta se encontraba en un bowl con agua tibia, limpiaba esta con jabón para manos especial para ese tipo de heridas—. Mhh... eres tan bueno en eso... ah...—Sabía que lo hacía a propósito, para provocarme y claro que lo estaba haciendo—¿Dónde aprendiste a hacer masajes?
Pasé mis manos por su brazo, acariciando este para luego bajar de nuevo a su mano.—Hace dos años, fui el manager del equipo de rugby de la escuela... aprendí a hacer masajes ya que los jugadores se lesionaban fácilmente. Yo no quería ser lesionado por eso cambié de rol y dejé de jugar rugby. Prefiero cuidar de otros que jugar.—Tomé una toalla y la pasé por todo su brazo, donde se encontraba húmedo. Retire el bowl con agua lejos de su mano y la posicione delicadamente sobre la mesa.
—Oh...—El profesor Jeon solamente se cruzó de piernas y mantuvo su mirada sobre su brazo.
Era tan hermoso, quería sostener su cuerpo contra el mío, besarlo sin parar y llevarlo a la cama.
—¡Lo tengo!—Me levanté de repente, apoyando mi cuerpo sobre la mesa y con una sonrisa hablé —¿Me dejara seguir siendo su asistente como ahora?
—¿Q-qué?
—¡Esta es una buena idea! Además de no hacer nada luego de clases, usted necesita ayuda en su casa, puedo ayudarlo a limpiar su casa, puedo seguir con los textos, puedo llevar su ropa sucia a la lavandería e ir al supermercado por la despensa.—Tomé su mano con sumo cuidado, la sonrisa en mi rostro no se iba, estaba tan ilusionado por esa idea, pasar más tiempo con él incluso cuando ya todo haya terminado.
—Es innecesario, Mingyu. Si hago un poco más de rehabilitación, estoy seguro que podré tomar un lápiz de nuevo.
—Pero... si hay efectos secundarios si se sobreesfuerza, no quiero que hyung se sienta mal por mi culpa.—Retiró su mano y la colocó sobre sus muslos. Negó con la cabeza.
Mi corazón se sentía mal al escuchar esas palabras. ¿Él quiere cortar todo contacto conmigo?
—Mingyu, no te preocupes, no es como si fuera un pianista profesional. Además, esto es solo el resolver nuestros problemas sin ningún conflicto, debí decírtelo al principio. Esto tenía que acabar algún día, además, eres mi alumno, no quiero que te vean salir de mi casa por mas tiempo, nadie sabe sobre esto, solo nosotros dos... no quiero arriesgarme más, ¿entendido?—Suspiré rendido ante sus palabras, no podía tener una discusión con él, no cuando tenía toda la razón. Todo esto solo fue por un corto tiempo para remediar ese accidente y debía estar agradecido qué todo esto se haya resuelto bien—. Esta bien si no vienes de nuevo.
Y así terminó nuestra conversación.
Salí de su casa luego de eso, caminaba por la fría calle dirigiéndome a mi casa. Aunque realmente no quería regresar a esta.
Mi respiración caliente se mezclaba con el frío, metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón y caminé con pasos pesados y la cabeza gacha.
¿Cómo pude pensar que él seria capaz de sentirse atraído por mí? Me dije miles de veces, no te ilusiones por él, no lo hagas, pero fue inevitable al estar a su alrededor.
No quería que todo acabará ya, no quería que este capítulo de mi vida terminará de esa manera, él se sentía solitario, podía notarlo, ambos disfrutábamos de la compañía del otro, pero, si es así... ¿por qué me aleja de esa manera? Sé el peligro que conlleva estar con él de esa manera, pero realmente lo amo tanto que duele.
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ʜᴀɴᴅᴡʀɪᴛᴛᴇɴ - ᴍᴇᴀɴɪᴇ ᴀᴜ
FanfictionPor un accidente de parte de Mingyu éste termina haciendo el trabajo de escribir cada texto que el maestro Jeon le ordena hasta que éste se recupere totalmente de su mano. Su relación que antes era solo de alumno y maestro, cambia rotundamente con...