part 12

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     Corrí y corrí lo más que pude hasta el domicilio de Wonwoo, mis manos temblaban y mis piernas también, mi respiración más agitada y no sólo por haber corrido unos cuantos kilómetros, yo realmente no sabía lo que podría encontrar en aquella casa.

     Al llegar a la puerta de su casa, no habían cadena pero seguramente estaba cerrado, toqué desesperadamente la puerta, alzando la voz y llamándolo con desespero, las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos, nublando estos levemente impidiendo ver correctamente. Recordé las llaves en mi puño y con algo de temblor en las manos.
Al abrir la puerta un silencio perturbador me capturó por completo, entré con lentitud y la respiración agitada, dije su nombre unas cuantas veces mientras seguir adentrandome a su casa.

     Observé todo a mi alrededor, no había absolutamente nada, la cocina estaba vacía, no había sofás y aquel raro aparato con aquellos raros CDs gigantes, como yo lo hacía llamar, ya no estaban ahí; así mismo como el computador de mesa viejo.

     Busqué por toda la casa, no encontré absolutamente nada, y era literal, no había nada del profesor Jeon en aquel lugar y me aterraba ¿y sí ya encontraron su cuerpo y llevaron todas sus pertenencias a su familia?
No, no quería pensar sobre eso, tengo la esperanza que siga vivo pero.. simplemente no pudo haber pasado eso, Wonwoo es fuerte, yo lo sabía muy bien.

—¡Profesor Jeon!—Grité con desespero, cayendo de rodillas así mismo como mis lágrimas rodaban por mis mejillas sin parar.

     Me estaba arrepintiendo mentalmente de varias cosas que no me atreví a decirle o hacerle a Wonwoo, ignorando por completo el ruido de la puerta abriéndose con lentitud y unos ligeros pasos caminar a donde yo me encontraba. Pero volví a mis sentidos, levantándome del suelo rápidamente, limpiando mis lágrimas con mis manos para poder ver mejor.

   
—Mingyu..¿Qué haces aquí?—Wonwoo sostenía una bolsa blanca con una manos mientras que la otra sostenía las llaves. Su mirada me observó fijamente, sus anteojos cayendo levemente por el puente de su nariz y su ceño fruncido. Negó con la cabeza, acomodando sus anteojos y dejando la bolsa blanca con quién sabe qué en una mesita —. No deberías estar aquí.

—Usted... no está muerto.

—Por supuesto que no, tonto.

—Pero... el mensaje que me mandó...

—¿Lo leíste todo? Además... mientras lo escribía accidentalmente lo mandé, no tenía el valor de decirlo directamente a la cara y escribir se me da bien.

     Saqué mi teléfono, ignorando la mirada atenta de Wonwoo sobre mí, abrí el mensaje que antes había enviado y seguí leyendo.

"Sé que estás enamorado de mí y eso me preocupa, tú no mereces a alguien como yo, Dios, Mingyu tú eres joven aún ¿por qué enfocarte en un adulto de 31 años?
Sigue tus sueños, conoce nuevas personas, enamorate de lindas chicas jóvenes y con lindo cuerpo, diviértete, estudia, se alguien en la vida pero olvidame así como yo también trataré de olvidarte.

Regresaré a casa de mis padres, viven en el campo, tienen un trabajo respetable y honesto, y tras ya ser adultos mayores creo que es momento que me encargue del negocio familiar, por esa misma razón dejé el trabajo en la escuela, dejaré la casa en la ciudad y regresaré con ellos, he aquí mi despedida ya que no tengo el suficiente valor para hacerlo en persona.

Empezaré una vida nueva, es como reiniciar todo y eso mismo quiero que hagas tú ¿prometes ser un buen chico y hacerme caso? Se feliz, pero no conmigo."

No se vaya.

—Mingyu, debo irme

     Me acerqué a él, tomándolo de los hombros para luego estampar mis labios con los suyos, besándolo con desespero y necesidad, la manos del profesor Jeon se aferraron a mis muñecas, dando un leve apretón en estas a la vez que correspondía a la unión.

     Decidido lo tomé entre brazos, alzandolo y sentandolo en la encimera de la cocina, sus piernas rodearon mi cintura así mismo como sus brazos abrazaban mi cuello. Con delicadeza retiré sus anteojos que estaban a punto de caer. Sus mejillas estaban bastante ruborizadas y eso me parecía bastante encantador y adorable. Mis manos se aferraron a su delgada cintura mientras me apegaba más a su cuerpo como si de un chicle se tratase, mis labios capturaron la piel de su cuello, marcando este.

—Quieres que sepan que soy tuyo, mh.

—Lo es, solo me necesitas a mí y yo a ti, por favor no me olvides porque yo no quiero olvidarlo. — Comencé a despojarle de sus prendas hasta dejarlo desnudo por completo ante mí y fue así como durante todo una tarde la pasé junto al profesor Jeon, juntos.

(...)

— ¿Cuántas veces lo hemos hecho, Gyu?

—Mh, contando estas... posiblemente seis.—Wonwoo se acomodó en mi pecho, cerrando sus ojos nuevamente. Dejé unos cuantos besos en su cabellera, acariciando su espalda bajo con las yemas de mis dedos.

—No creas que con esto me harás quedarme, Mingyu, mi decisión ya está tomada.

—¿Puedo irme con usted?

—No, ni se te ocurra hacer otra locura, Mingyu, debes seguir con tu vida, deja de seguirme y ve tú solo—Wonwoo nuevamente se posicionó sobre mí, sus manos apoyadas en mi pecho, su lindo rostro algo rojizo aún y no podía quitar la mirada de aquellas lindas marcas que dejé en él en parte de su pecho y cuello. Su cabello desaliñado lo hacía ver adorable, Dios, es un hombre tan hermoso, lo amo más que a nada. —. Mingyu, debo irme ya, tú también, seguro tu madre está preguntándose por ti.

—Esa mujer es feliz sin mí. Hyung~ quedémonos más tiempo así, por favor. —Mis manos pasean por todo su cuerpo, tocando nuevamente aquella piel que me volvía loco y que orgullosamente podía decir que saboree cada parte de esta. El profesor Jeon se estremeció ante mí toque, llevando su mirada a otro punto y ignorando mi mirada. Negó con la cabeza, levantándose y gateando hasta el borde de la cama, que cabe mencionar que esta aún se encontraba en la habitación, por alguna razón extraña aún seguía ahí. Sentándose en el borde y quedándose en esa posición por unos minutos. Yo estiré mi brazo, tomando su muñeca con suavidad y otorgando leves caricias en esta misma.

— ¿Nos veremos otra vez? No me olvides nunca, yo no lo haré. Quiero sentirte de nuevo. No importa cuanto tiempo pase, yo estaré esperando por ti.

—Mientras siga con vida, posiblemente. En caso contrario, sigue con tu vida, Gyu.

(...)

     Luego de aquel día, nunca más volví a verlo. Seguí la escuela y por más loco que pareciera me dispuse a enfocarme más en los estudios y tener buenas calificaciones, siempre fui un buen hijo sin embargo procuré no hacer enojar más a mi mamá, cosa que le sorprendió tanto y con incredulidad me preguntaba si no había sido amenazado a muerte por alguien para cambiar de esa manera.

     Posiblemente el profesor Jeon influenció bien en mí y tras prometer seguir con mi vida como él quería, me hizo cambiar totalmente.

     Pronto entraría a la universidad y tendría finalmente veinte años, buscaría empleo y me convertiría en un hombre hecho y derecho, posiblemente consiga pareja, haga mi propia familia, pero esa persona nunca dejaría mi cabeza, siempre lo recordaré como mi primer amor verdadero y a la vez imposible.

Jeon Wonwoo ¿podré verte de nuevo?

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Y fin.

Posiblemente haga otra parte, no sé aún, pero podría decirse que este es el final de la historia, espero les haya gustado:)

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ʜᴀɴᴅᴡʀɪᴛᴛᴇɴ - ᴍᴇᴀɴɪᴇ ᴀᴜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora