• CAZANDO A KITTY GANG • [Yoonmin//DKi] [Omegaverse]

🔫10😼

Hola, buenos días, hello!
Nice to see you again!
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Toda la información de la operación le llegó a través de un documento impreso. Hope y él decidieron sacarle un par de fotos para enviarlo a las oficinas de la policía, pues podría ser crucial para el archivo de la mafia de Kitty.

En ese momento, estaban esperando en el bar a que llegara el felino junto con Gucci para que pudieran recibir las indicaciones finales. De cierta forma, aunque fueran agentes especializados, se sentían nerviosos. Esto era porque, lamentablemente, tendrían que servir a un negocio turbio, lo cual contradecía por completo sus principios.

—¡Hola, jefe! ¡Hola, Hope! —saludó una bonita Omega rubia, Solar. Estaba usando un delicado vestido azul oscuro y unas balerinas negras. Llevaba el cabello recogido y el maquillaje muy ligero, una imagen muy distinta en comparación con sus horas de trabajo en el prostíbulo.

—¡Hola, Solar! —saludaron los chicos al unísono. Luego, cada uno recibió un beso en la mejilla por parte de la chica.

—¿Qué hacen aquí tan temprano? —preguntó.

—Kitty nos llamó. Hoy tenemos que encargarnos de la info que tenía Killer Bunny —confesó Agust, con un gesto tranquilo.

Los tres lucían muy entretenidos charlando, como si fuesen amigos de toda la vida. No obstante, ninguno se había percatado de la camioneta negra que recién se había estacionado. Ahí, un maligno Omega de olor a chocolate blanco y mermelada de fresas no dejaba de expulsar feromonas de ira. Detestaba ver a su Alfa feliz con otra, le daba cólera. Inclusive, cuando Solar abrazó a Agust para desearle suerte, su gato montés gruñó, listo para arañar.

Nadie debía tocar lo que era suyo.

—¡Chicos! —saludó, saliendo del carro, acompañado de Gucci, caminando como si saliera de una pasarela de modas. Movía sus caderas como un experto y sonreía como modelo de portada. Sin embargo, por dentro era pura ira y su sed de venganza aumentaba más y más.

—¡Jefe! —saludó Solar con una reverencia, intentando ocultar su aroma a girasoles y agua de rosas para no incomodar a su superior.

—Contigo quiero hablar después —le informó el pelirrosa con una evidente mueca—. Ve a mi cubo VIP y espérame —le ordenó. Entonces, Solar entró al local, sin ser consciente de todo lo que le esperaba—. ¡Bien! Ahora... Ustedes... —Cambió su gesto de golpe, mostrando una coqueta sonrisa, y su tono de voz, haciéndolo más dulce y atrayente. —En ese lugar, están esperando a dos técnicos: Marcus y Chen. Ustedes tomarán esos lugares (no se preocupen, ya me encargué de ellos), así que entrarán sin problema. Luego, serán guiados a las oficinas y deberán pedir ser dejados solos (ustedes ya tendrán que inventarse algo).

—Nosotros ya nos encargamos de las cámaras —añadió Gucci, con su característica voz firme y gruesa—. Estas no funcionarán por media hora, ese es el tiempo que tienen para extraer todo en este USB. —Mostró el pequeño dispositivo. —No se preocupen, solo tienen que ponerlo en la computadora y este iniciará todo el trabajo por su cuenta.

—¡Suerte, chicos! —exclamó Kitty, lanzando un beso volado para cada uno. Luego, recuperó su semblante elegante y sensual, así como su voz atrevida—. Serán bien recompensados. —Sonrió. —Me gusta felicitar a mis empleados personalmente. —Guiñó el ojo, causando escalofríos en ambos, Alfa y Beta, quienes se habían perdido en aquel personaje tan maravilloso.

—Gracias... —lograron articular ambos. Así, algo nerviosos, subieron a la camioneta negra y dejaron que el piloto automático los llevará donde la mafia de Killer Bunny. Sin embargo, estaban ignorando que habían dejado a un Kitty furioso, listo para cortarle las manos a la Omega que osó tocar a su Alfa.

—Prepara el equipo de tortura B-27 —le susurró a Gucci—. Esa estúpida perra no sabe en lo que se ha metido.