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¡A qué no esperaban esto!
Llegó lo que tanto esperaban.
😉
Como acabé antes el capítulo, decidí subirlo antes. So...

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Recomendación: escuchar Like that de Bea Miller mientras leen el capítulo

Cuando sus labios hicieron contacto, ambos supieron que no habría vuelta atrás. Pasaría lo que tendría que pasar. Entonces, saborearon sus bocas con devoción, deleitándose con esa mezcla de chocolate amargo y chocolate blanco, la cual los llamaba a continuar. Así, sin dejar esa danza sensual, Agust lo llevó hacia su habitación y lo depositó bruscamente sobre la cama, sintiendo a su lobo aullar con emoción.

Esa mirada hipnotizante lo enloquecía tanto que no podía evitar actuar como un animal. Sin embargo, debía mantener una chispa de consciencia en él, pues quería grabar cada detalle de esa noche en su memoria. Por alguna razón, temía que fuese la última.

En ese momento, ambos se despojaron de sus prendas. Agust se quitó el buzo oscuro que estaba usando y Kitty, su vestido entallado, el cual destacaba por sus detalles rosados. Ambos sonrieron de lado y, sin dejar de verse, volvieron a besarse.

Fue un contacto lleno de deseo, de lujuria, y, tal vez, un poco de amor. Luego, el Alfa metió su lengua en la boca del Omega, reiniciando el juego. Así, sus manos viajaron por aquel delgado y curvilínea cuerpo, llenándolo de caricias. Sus labios tampoco fueron ajenos, así que abandonaron esos apetecibles belfos para trazar un camino desde el cuello del felino hasta su abdomen bajo. Su tacto fue tan placentero y su boca tan húmeda que Kitty se derretía entre sus brazos.

—Eres precioso —le dijo.

—Lo sé —respondió Kitty con esa dulce voz que poseía.

—No sabes cuánto ansiaba tu regreso.

—Basta de hablar y hagámoslo.

Entonces, sujetó firmemente la cintura de su Omega para voltearlo sobre la cama, dejando ese redondo trasero a su merced. Lo admiró unos segundos, mordiéndose los labios, recordando lo bien que se sentía estar dentro de él. Luego, metió dos dedos, pero ya estaba muy dilatado, así que no quiso esperar más.

Entró en Kitty de golpe, causándole un gritito. Eso le había dolido al Omega; sin embargo, mientras más se movían, la sensación se volvía aún más placentera.

No pudieron ser silenciosos; gemían y gruñían con cada movimiento. Lo querían más rápido, más intenso, más salvaje.

—Agust... más... —pidió Kitty entre gemidos.

Sin duda, sus deseos fueron órdenes.

Agust sujetó con fuerza sus caderas e intensificó todo, de modo que el Omega sintió que se rompía y ya no podía pensar en nada más. Sin embargo, sus corazones sabían que todo era ellos: Agust y Kitty, Alfa y Omega, unidos por el destino.

Todo era tan mágico, tan especial, tan único, por eso esa noche era tan importante. No era solo placer, sino también otro pequeño sentimiento que buscaba embriagarlos pese a que sabían que no podrían estar juntos.

Algo les decía que el mundo no los quería felices. Por su lado, Agust sabía lo que pronto ocurriría, que la Policía Secreta arrestaría a su pareja y le quitaría todo. Mientras que Kitty seguía desconfiando de Agust por motivos que varias veces repetía en su cabeza, para recordar que no debía entregar su corazón.

—Alfa... —gimió— me voy a correr...

—Yo también... —gruñó Agust.

Así, ambos continuaron con el rítmico vaivén que movía sus cuerpos hasta que finalmente se corrieron. El Alfa seguía dentro de ese apetitoso trasero, así que liberó todo su calor en este, llenando a su Omega por completo. En ese momento, los dos soltaron un grito de placer, expresando lo que carcomía su cordura.

• CAZANDO A KITTY GANG • [Yoonmin//DKi] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora