Jerarquía de Clanes -Hiatus por bloqueo-

2# Hedor

Sus pasos resonaban en las paredes y su figura ensombrecida era menos tenebrosa que su propio rostro. Tenía un pequeño tic en la nariz que ya se marcaba por su exasperación. Miró hacia la puerta, nadie abría y ya había pasado mucho tiempo esperando.

Una serpiente platina recorrió su brazo hasta la palma. Su mirada era igual de furiosa que la de su dueño, acercose a la puerta de un salto incrustando sus metálicos y venenosos dientes en esta. Siseó y soltó su agarre cuando la puerta fue abierta, detrás se mostraba a un estupefacto chico al cual casi le caen esos afilados dientes hace unos segundos. Parecía que no podía articular palabra, se veía inquieto, además que su apariencia era lo contrario a resistente. Delgado y de cabello largo, sus ojos temblorosos se fijaron en los de Wanyin. El más alto se acercó hasta él, percibía su olor.

Es un lobo de Nie.

Sus cejas se fruncieron ligeramente, este cachorro no era nada comparado con él. Levantó la mano y tocó la puerta empujándola ligeramente— Voy a entrar.

—¡S-sí!Lo lamento. Debía hacerme cargo de la puerta y me quedé dormido... —murmuraba con nerviosismo e inclinó su cabeza— Un placer. Soy Huaisang, Nie Huaisang...

Jiang Cheng lo miró de pies a cabeza sin desprecio alguno, asintió y prosiguió con su camino.

Su hermano se había quedado afuera, Wei Ying solo podía esperar a ver el espectáculo en las gradas, al ser considerado como familia, tendría asiento en primera fila.

Tapó sus ojos con sus mangas al entrar, el brillo de los faros eran segadores y molestos, casi no podía ver, a causa de ello sus ojos se dilataron.
 Habían tantos olores y entre todos buscaba uno, pero no lo hallaba. Se suponía que debía estar aquí ¿Quién era? ¿Dónde estaba?

No lo había notado, pero se había quedado parado en medio de la sala y todos lo miraban con extrañeza. Ni lo reconocían, no tenían la mínima idea de quién era. Tranquilos, ya dirán su nombre con miedo. Uno de los que se encontraba allí se le acercó y tomó del hombro. Su cuerpo mandó señales de alerta, era ese mismo olor de antes, sólo que más potente, al sentirlo sabía que muchos aquí lo consideraban como un jefe. Inclinó su cabeza hacia atrás.

—No me toque, lastima mis escamas —su voz fue raramente suave y firme a la vez. Fingir que era delicado era una buena táctica para ir contra un hombre Lobo. El hombre grande se quedó anonadado ante él, hipnotizado.

Wanyin lo había reconocido, su rostro es más que popular, era Nie Mingjue, el líder y guerrero del clan Nie. Hubo un tiempo, cuando era más joven en el que le tenía miedo, ahora no sentía nada. Sabía que podría vencerlo de una mordida.

Otro participante se había acercado y posó su mano en la del lobo. Sonriendo dulcemente expresó— Hay que evitar una pelea... ¿Les parece mejor si nos quedamos en nuestros lugares?

Mingjue golpeó su mano de un tirón, mirándolo como si fuera el ser más repugnante del mundo, bufó y volvió a su lugar. El otro quedó desconcertado.

—No te atrevas a dirigirme palabra... Maldita Ave.

Era claro que había una enemistad entre ellos, tanto personal y en batalla daban un digno espectáculo. Mingjue y Guangyao siempre habían sido así, o es algo que siempre repiten las noticias, aun siendo prometidos. 

El más pequeño le entregó una sonrisa y se inclinó como saludo.— Soy Jin Guangyao, lamento su forma de comportarse, siempre es así antes de la pelea, solo no le des tanta importancia —explicó suavemente.

Tan falso. Todo el mundo sabía que alguien como el guerrero Jin es capáz de destrosar tu cuello de un corte, pero aún así fingía ante todos una buena postura. 

—... Hipócrita— la voz resonó por todo el lugar.

Ese hedor, lo reconocía y le provocaba nauseas.