Capitulo 13

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La sonrisa de Mew se hizo más amplia a medida que subía la mano por su espalda, llegando hasta la nuca de Gulf, acerco su cabeza hasta que sus bocas estuvieron a escasos centímetros.

-Creo que tenemos que hablar.

-Lo se.- Se mostro de acuerdo, aunque la idea lo hacia sentir nervioso, pero decidió vencer sus recelos.

Mew lo agarro de las caderas y lo levanto dejándolo sentado en la cama. Echo de menos su calor cuando se puso de pie.

-Pensé que íbamos hablar.

-Y lo vamos hacer. Ahora vuelvo.- dijo yéndose hacia la puerta.- No te muevas, no pienses en nada. Solo quédate aquí y ahora vuelvo.

Gulf lo observo con curiosidad.

-Ok

Le dedico una sonrisilla.

Gulf lo escucho salir del departamento. Y por supuesto que en esos cinco minutos pensó acerca de todo lo que había pasado. 

Se puso su bóxer y la camiseta del mayor y salió de la habitación, se sentó en el sofá y escucho la puerta abrirse.

-Comida, has traído ingredientes para cocinar.

-Así es.- cerro la puerta con un movimiento de cadera-. Y me he lavado los dientes.

-¿En donde?

-El departamento de enfrente, cariño. Es donde vive Kaownah, en ocasiones venimos seguido y nos quedábamos con él.

-Veo que no te has puesto otra camiseta.

Le lanzo una mirada sugestiva mientras se dirigía a la cocina. 

-No te iba a impedir que me contemples en todo mi exterior.

Mientras desaparecía por la cocina, Gulf dejo caer su cabeza en el cojín del sofá y se le escapo un gemido que esperaba que fuera inaudible.

-Cariño ¿Qué estas haciendo?

Alzo la cabeza.

-Nada.

-Entonces ven aquí.

Sonriendo se levanto del sofá y se dirigió a su habitación.

-No se te ocurra cambiarte de ropa.

Se detuvo e hizo una mueca

-Por que me encanta verte con mi ropa puesta- añadió

Se dio la vuelta y fue a la cocina. Recostado contra el marco de la puerta, contemplo como cocinaba.

Mew lo miro de reojo

-¿Que pasa?

-No pensé que te fuera a volver a ver en mi cocina.

Los músculos de su espalda se ondularon y no pudo evitar fijarse en lo sensual que era la curva que lo describían. Se le marcaron profundamente mientras se inclinaba para ajustar los mandos de la cocina.

-¿Y por que no, cariño?-. se dio la vuelta

-Por que yo...- Se mordió el labio inferior y dio un paso hacia él. - Lo siento- se sentía culpable, sabia que Mew se preocupaba por él, se lo había demostrado. Pero ahora si que no tiene ni idea de quien es la persona que manda las cartas y  Tod estaba involucrado. Tenia miedo, miedo por Mew, que buscara a Tod y este le haga algo, no quería perderlo ni ponerlo en riesgo. No quería poner en riesgo a las personas que ama. Si esa persona lo quiere a él, tiene que ser valiente por primera vez y enfrentarlo. Si las cosas se salían de control, solo entonces, le contaría a Mew.

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