Capitulo 15

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Le daba miedo lo rápido que estaban yendo las cosas con Mew. Pero a la vez se sentía cómodo a su lado, podía olvidar todo lo que le pasaba. Ya no recibió más cartas, pero aun estaban las amenazas de Tod. Decidió que la única persona adecuada para ocuparse de todo eso tenia que ser Mew.

Aquella noche después de la fiesta a la que iban por primera vez como pareja, se lo contaría. Seguramente le recriminaría el no habérselo dicho antes, pero temía su reacción y también temía lo que el mafioso de Tod podía llegar hacerle.

Por eso intento disimular su estado de animo cuando llegaron a la fiesta de los amigos de Mew, y puso su mejor sonrisa cuando le abrió la puerta ayudándolo a salir del coche.

-¿Te he dicho ya que me va a costar mantener mis manos apartadas de ti esta noche?- le pregunto reteniéndolo un momento contra la puerta de copiloto.

Alzo la mirada hacia él, admirando aquellos ojos oscuros de pestañas largas y negras, se perdió en ellos y en la calidez y el deseo que ocultaban.

-Pues vas a tener que hacerlo- repuso, entrelazando los dedos en su nuca acariciándole el cabello -¿Sabes que todo el mundo estará mirándonos, verdad?

-Así sabrán que eres mío- se inclino apoderándose de sus labios, el simple roce de sus dedos en su cintura hacia que todo su interior se estremeciera. Poco a poco entreabrió sus labios con los suyos y su lengua penetro en su boca, ávida de acariciar la suya con movimientos lentos y sensuales.

-Vámonos a mi departamento- le propuso separándose un segundo mirándolo a los ojos.

Gulf sonrió

-Podría llegar Hai- Mew gruño contra sus labios

-Voy a tener que buscarme un departamento y mudarme

-Espera, ¿que?

-Lo llevo pensando varias semanas... y ahora que estamos juntos creo que es buena idea.

Gulf de pronto tuvo miedo, ya que de alguna manera se sentía seguro con él, sobre todo con las amenazas de Tod recientes... No es que vivieran en el mismo edificio, pero su departamento estaba bastante cerca del suyo. La sola idea de que Mew pudiera irse a un lugar más lejos solo por querer tener su propio espacio. Le daba miedo.

Lo acerco a él.

-No te mudes todavía- dijo sonando desesperado.

-¿Que te ocurre, bebé?- pregunto mirándolo como si supiera que le estaba ocultando algo

Negó con la cabeza, y forzó una sonrisa

-Nada, nada estoy bien... es mejor que entremos me estoy congelando

Él lo estrecho contra su cuerpo y deposito un beso rápido en lo alto de su cabeza.

-Ya hablaremos de ello- Se separo de él y tomo su mano entrelazando sus dedos.

Juntos entraron a la fiesta, estaba a rebosar de gente. Las luces eran apenas unos destellos de colores y un ambiente tan tenuemente iluminado, la gente bailaba y bebía animadamente. Pronto se encontraron con Mild y Champ. Mew no le soltaba la mano, y lo arrastro hacia la cocina, en donde se respiraba un poco mas de calma. Varios chicos estaban jugando con bolas de ping-pong y vasos de cerveza y de inmediato Mew y Champ se les sumaron.

Mild estaba feliz de que estuvieran juntos en una fiesta. Conocía a casi todos los presentes, aun lo miraban con el ceño fruncido, supone que es por su relación con Mew.

La noche era buena, y con Mew se sentía tranquilo y a salvo. A su tranquilidad también contribuía que hacia ya mas de una semana que no había vuelto a recibir cartas. Sin embargo, su humor decayó ligeramente cuando quiso ver la hora y noto que no traía su teléfono.

Dio una vuelta por el salón, que es donde había pasado la mayor parte del tiempo. Mild se había ido al baño y Mew y Champ estaban inmersos en el juego de ping-pong

Lo mas probable es que se le hubiera caído al bajarse del coche. Lo ultimo que necesitaba era perder el teléfono, no tenia dinero y no quería molestar a Bright ni a sus padres por uno nuevo.

Salió a la calle y doblo a la esquina en la que Mew había dejado el auto. Se oía la música procedente de la fiesta, pero fue haciéndose cada vez menos perceptible cuando siguió caminando hacia el coche.

Llego al coche y reviso la hierba que había al rededor, pero no encontró nada. Estaba a punto de regresar para pedirle las llaves a Mew cuando sintió la presencia de alguien tras su espalda.

Un miedo irracional se apodero de su cuerpo. Era como si unos ojos estuvieran observándolo fijamente. Volteo y se encontraba solo en la penumbra de la noche. Con la respiración acelerada a mil por hora empezó a caminar pero entonces apareció alguien que había estado escondido y no lo vio hasta que estuvo delante. 

Era Tod

-¿A donde vas tan deprisa, precioso? - inquirió con una sonrisa asquerosa en los labios

Se detuvo preparado para comenzar a gritar si hacia falta, aunque el miedo que había apoderado de él de una manera tan real y escalofriante que ningún sonido salía de su boca.

-No se que es lo que quieres, Tod pero como te acerques voy a gritar hasta quedarme sin voz- advirtió sin poder evitar que el pánico impregnara sus palabras.

-Hay alguien que quiere verte, Gulf... no vas a ser tan mal educado de dejarle plantado ¿no? - siguió sonriendo - Te ha estado mandando cartas ¿verdad?- añadió acercándose a él.

Giro hacia atrás y entonces sintió unas manos que lo tomaban por la espalda y otras le cubrían la boca justo antes de dejar que un grito saliera de sus labios.

-Yo que tu procuraba comportarme...- aconsejo Tod acercándose a él mientras que otros dos hombres lo sujetaban con fuerza inmovilizándolo, hizo una seña y entonces sintió que lo levantaban al tiempo que le cubrían la boca para impedir que gritara.

Se sacudió e intento zafarse, pero fue inútil. Lo ultimo que recuerda es que lo metieron a la parte trasera de un coche y le colocaron en la boca un trapo húmedo y mal oliente y luego lo taparon con cinta aislante.




Es un capitulo corto. Pero ya se esta acercando el final...

Gracias por leer, espero les este gustando la historia :)

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