Capitulo 17

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Se despertó mareado y con un fuerte dolor de cabeza. Al mirar al rededor solo pudo ver que una luz tenue de color rojo iluminaba la habitación en la que lo tenían retenido. La cama en donde estaba sujeto y la silla austera que ocupaba una esquina era lo único que había; el olor era nauseabundo, como a orina de rata. Una música de una discoteca procedente del exterior le impedía escuchar nada, aparte de su acelerada respiración y los latidos enloquecidos de su corazón.

Al comprender lo que había ocurrido empezó a notar como le entraba el pánico, un pitido familiar empezó a resonar en sus oídos y juro que era capaz de sentir la sangre bombeando aceleradamente por todo su cuerpo, intentando seguirle el ritmo a su corazón. Tenia un regusto amargo en la boca, deseaba poder beber un vaso de agua fría; lo que fuera con lo que lo habían drogado lo habían dejado fuera de juego. Se incorporo en la cama y entonces escucho el rechinar de unas cadenas; le habían encadenado una de las manos a la pared. Con la otra intento soltarla pero en vano. Haciendo esfuerzos para calmarse comenzó a pensar en como podía salir de allí. No había encontrado su teléfono por lo que no podía comunicarse con nadie pero lo que mas lo asustaba, lo que lo tenia casi preso del pánico era que no sabia quien estaba detrás de todo esto.

 Comenzó a desesperarse y tiro y tiro de las cadenas, haciendo ruido y odiando las lagrimas que nublaron su vista por unos instantes. ¿Cómo había sido tan idiota? ¿Cómo no se había tomado esas amenazas mas en serio? ¿Por que no le había hablado sobre ello a Mew?...

Mew.

Ahora estaría volviéndose loco y seguramente culpándose por todo. Daria lo que fuera por retroceder y haberse quedado con él, no debería haber salido solo.

Cuando nos encontramos en situaciones limites siempre nos da por pensar en las cosas que nos hubiera gustado decirle a las personas que queremos o en como hemos sido tan idiotas por preocuparnos por cosas tontas cuando la vida si que puede ser peligrosa. A Gulf lo habían secuestrado y esto si que era algo de que preocuparse.

Entonces alguien abrió la puerta y la persona que apareció hizo que un escalofrió le recorriera de arriba abajo; Tod.

-Estas despierto... bien- dijo entrando y cerrando la puerta tras de si. La poca luz que había en la habitación le dejo vislumbrar claramente sus ojos oscuros, con aquellas comisuras hacia abajo. 

Avanzo con cuidado hasta sentarse a su lado en la cama. Intento apartarse lo máximo posible dentro del poco espacio que tenia. 

-He de decir que me pone muchísimo verte en esta cama atado y a mi merced- confeso recorriendo su cuerpo con ojos lujuriosos - No se si te habías dado cuenta pero tienes un cuerpo espectacular- comento pasando la mano por su tobillo desnudo. Intento apartarlo, pero lo sujeto con fuerza contra el colchón.

Su mano comenzó a subir por su pierna despacio.

-No me toques- ordeno Gulf sin poder zafarse de su mano. Deseaba que todo aquello fuera una simple pesadilla y que al despertarse se encontraría en los brazos de Mew.

-El imbécil va a cobrarse lo de esta noche, precioso- anuncio moviéndose y subiendo su mano hasta el muslo del menor. Se movió pero entonces él se coloco encima presionándolo con sus caderas. Las lagrimas corrieron por sus mejillas mientras intentaba encontrar la voz para gritar. - Estoy seguro de que tu noviecito no va a querer volver a mirarte después de que acabe contigo... vas a estar tan sucio que ni yo volvería a tocarte.

-¡AYUDA! - grito desesperado moviendo su cuerpo e intentando quitárselo de encima. Él se rio mientras que con una mano le sujetaba contra el colchón y con la otra se sacaba el cinturón

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