Capítulo 4

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Estaba tan emocionado por haber tenido un gran avance con el humano, que salí del agua para acercarme. Tenía tantas preguntas que quería hacerle, quería que me explicara cómo era el mundo humano, si tenía familia y si tenía un nombre. Toqué sus dedos de los pies, eran tan pequeños. Pero sus piernas volvieron a captar mi atención, eran tan diferentes a las aletas. Inevitablemente terminé abrazando sus piernas si más, su cuerpo era cálido y agradable, por lo que apoyé mi cabeza sobre su regazo.

Tarareé para hacerle saber que estaba a gusto y que no le haría daño, pero mi canto se escuchaba diferente fuera del agua. Permanecimos un momento así hasta que ambos escuchamos un silbido proveniente de las aguas. Rápidamente me alejé del humano y lo tomé de los hombros para recostarlo. Quería que descansara mientras yo iba a ver a mi hermana. Ella me estaba llamando y la escuché fuerte y claro.

Sonreí al verlo acomodarse, entonces me lancé al pozo para nadar hacia mar abierto. Una vez fuera del pasadizo esperé un momento para asegurarme de que el humano no escapara pero no sucedió nada, así que fui al encuentro de Tez rápidamente.

Tez me sonrió al encontrarnos y copié su acción. Ella volvió para entregarme más peces sin vísceras y también me dio algunos para que los críe cerca de la cueva. Eso le ahorraría el trabajo de venir nadando hasta aquí todos los días. Yo entendía que eso podría ser muy tedioso y no tendría tiempo para buscar a un humano macho.

—¿Cómo está el humano? —me preguntó mientras les mostraba la entrada de la cueva submarina.

—Trató de salir del lugar seguro. Pero le expliqué que lo cuidaría y me entendió —Tez asintió con una sonrisa, yo me veía muy emocionado, no podía evitarlo.

—Que bien, los demás tuvieron problemas para comunicarse y los humanos los lastimaron —comentó cambiando su expresión a una más triste.

—¿Es grave? ¿Están bien?

—No es grave, pero tampoco se darán por vencidos. Los humanos lo perdieron todo y están muy asustados. Aunque por lo que me contaste es posible entendernos. —Asentí rápidamente, pues la comida fue la clave, entonces la conversación tomó otro rumbo—. El humano que cuidas... ¿Qué es?

—Bueno, todavía no lo sé —subí y bajé los hombros.

—Los viejos ordenaron comenzar con la reproducción, el número de humanos que cuidamos es muy reducido, al menos en esta zona —me explicó, la situación era mucho más complicada de lo que había pensado.

¡¿Comenzar, tan pronto?!, hice una mueca entonces Tez tocó mi hombro.

—Si no estás preparado puedes dejar que otro se encargue de eso. No hace falta que tomes tantas responsabilidades tan pronto. —Como siempre no podría ocultarle nada a Tez, ella me leía perfectamente.

—Puedo hacerlo —le aseguré mostrándome determinado, después de todo ya era un adulto. También era mi responsabilidad, para esto nuestros padres nos habían preparado.

—Entiendo, si el humano es macho me avisas para que alguna de nosotras se encargue de él —me dijo a lo que asentí y luego nos despedimos con un corto abrazo. Yo estaba seguro que ella le daría ánimos a los demás como lo hizo conmigo. A diferencia de Ackley, Tez siempre era buena conmigo. ¿Está mal no querer a tus hermanos por igual?

Cuando perdí a Tez de vista, miré la red que contenía los peces dorados Llo. En la otra mano tenía los peces listos para consumir, entonces llevé los que aún estaban vivos a un buen lugar para liberarnos. Los Llo no se alejarían mucho si tendrían un buen lugar para ocultarse y los alrededores de la cueva había mucha vegetación. Se reproducen rápido por lo que en pocas semanas tendría mi propio cardumen para nuestro consumo.

Fantasma Azul Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora