Mi rayo de sol (Los gemelos Weasley y tú.)

Escondidas en el castillo

Sala común.
6:30 p.m.

—Avery, te tengo una linda sorpresa —dice Hermione con bastante entusiasmo.

—Oh no, ahora no estoy de humor para sorpresas, ya sabes, por lo de aquellos dos.

—Sé que no estás de humor pero ya han pasado semanas, tal vez sería tiempo de que arreglaran las cosas.

—Mmm no lo sé.

—Vamos, tal vez no sea la mayor sorpresa de la historia pero puede animarte.

—Está bien, igual hoy no tengo nada más interesante qué hacer.

—¡Genial! Te veo en 10 minutos en el patio de la torre del reloj.

La verdad no me imagino que es lo que trama, y en serio no tengo ganas de salir de aquí pero se le nota muy entusiasmada, y por lo general siempre está metida en la biblioteca, así que si no me muestra un nuevo libro que encontró no sé qué es lo que sea.

Así que caminé hacia el patio con toda la actitud del mundo, hasta que llegué, que es cuando mis ojos se encuentran con los de Fred y George. ¡Genial! No creo que Hermione lo haya hecho con mala intención, así que veamos qué pasa. Oh, también están Harry, Ron, Ginny y Neville.

Hermione: ¡Qué bueno que llegas!

¿Qué es lo que está pasando aquí? —pregunto con un tono no tan agradable.

—Hermione quiere que juguemos a las escondidas —Dice Harry con un tono un tanto desconcertado.

Ron: Yo ya le dije que eso es una tontería.

Fred y George sólo se mantienen callados, lo cual es muy raro, pero bueno.

Hermione: Escuchen, creo que será divertido, a parte es un castillo, hay muchos lugares donde escondernos, sin contar la adrenalina de que algún profesor pueda encontrarnos en ciertos lugares.

Ginny: Hermione tiene un buen punto.

Neville: Si, piénsenlo.

Está bien, hay que jugar, pero ¿quién será la persona que nos busque? —obviamente alguien nos tiene que buscar, y yo no lo haré, se imaginan todos los lugares que tendría que revisar para poder encontrarlos, prefiero esconderme.

—Que lo haga Neville —Dice Ron con una leve risa.

—No, lo haré yo —Hermione lo dice con un tono de seguridad.

Así que ella empezó a contar y todos corrimos a diferentes direcciones. Siendo sincera si me emociona jugar, y supongo que Hermione les explicó bien las reglas y todo.

Caminando o más bien corriendo por el castillo, decido ir a los baños de prefectos, no soy prefecta pero sé que ni ellos los usan, así que es el lugar indicado para esconderme, dudo que Hermione se atreva a entrar aquí.

Llevo ya casi 15 minutos escondida y nadie a venido, supongo que tardará más en encontrarme. Perdida en mis pensamientos escucho que alguien abre la puerta, intento no moverme pero es imposible que no me vean.

—¿Quién está ahí? —pregunto con un tono decidido y salgo a ver.

—¡Ah! —Cedric Diggory, y creo que lo asusté un poco.

—Cedric, lamento haberte asustado.

—No te preocupes, ¿qué haces aquí? Que yo recuerde no eres prefecta.

—No lo soy, sólo que me estoy escondiendo.

—¿Escondiéndote de quien?

—Oh si, es que algunos de Gryffindor estamos jugando al escondite, ¿conoces el juego?