Mi rayo de sol (Los gemelos Weasley y tú.)

Decepción

A la mañana siguiente...

Al despertar pude darme cuenta de que estaba en mi habitación, lo cual me desconcertó bastante ya que según yo estaba en la habitación de los gemelos, me pregunto si todo habrá sido un sueño, y la verdad espero que no lo sea.

Me levanté de la cama y me fui directo al baño para hacer lo habitual. Una vez lista bajé a la sala común y después me dirigí al gran comedor para tomar el desayuno. La verdad me pareció bastante raro que no hubiera nadie en la sala común, quizá es un poco tarde y no me di cuenta. Al llegar al gran comedor me senté junto a Hermione.

Tú: Hermione necesito de tu ayuda.

Hermione: ¿que pasa? Te ves algo confundida.

Tú: Es porque lo estoy, no estoy 100% segura de lo qué pasó ayer.

Hermione: ¿Por qué? ¿Qué piensas que pasó ayer?

Tú: Pues Fred, George y yo fuimos a su habitación anoche.

Hermione: ¡Ay! No me digas que...

Tú: Ay no no, como crees, sólo nos besamos.

Hermione: Ah bueno menos mal... Espera, ¿besaste a los dos?

Tú: Sip, bueno ellos me besaron, fue inevitable no corresponderles.

Hermione: Bueno, pero entonces no estás segura de qué pasó realmente.

Tú: Exacto, y seria muy incómodo preguntarles, ¿no crees?

Hermione: Pues aquí vienen, sólo pregúntaselos.

Fred y George se acercaron y se sentaron enfrente de nosotras, ambos sonrieron.

F&G: Hola señoritas.

Tú: Hola chicos, ¿creen que pueda hablar con ustedes?

George: Claro, pero tendrá que ser más tarde.

Fred: Así es, ahora sólo veníamos a saludar y a recordarte que no se te olvide lo de hoy en la noche.

Tú: Oh si claro, los veo después (dice en tono desanimado).

F&G: ¡Hasta luego!

Hermione: Bueno, tendrás que esperar.

Tú: Tendré que esperar.

Terminando el desayuno fuimos a nuestras clases.
Concluyendo clase de transformaciones decidí ir a caminar por ahí, gracias a Merlín teníamos una hora libre así que la aproveché.

Lago negro

Llegué hasta el lago negro y me senté casi en la orilla, bajo un árbol bastante grande. Quise tomarme este tiempo para pensar, sobre cualquier cosa en realidad, también para estar sola un momento, porque tu propia compañía siempre es la mejor.

Después de pensar unos cuantos minutos escuché pisadas, así que me asomé para ver quien es.
Era un chico alto, cabello castaño, bastante guapo la verdad, Hufflepuff, lo reconocí un momento después, Cedric Diggory, jamás e hablado con él, sólo lo he visto por los pasillos.

Cedric: Oh, hola.

Tú: Hola.

Cedric: Lo siento, creí que no había nadie, si quieres puedo irme.