El rey vampiro - DxD

Extra: Relación Sádico-Sádica R-18

A.N: Cronologicamente esto paso hace varios capitulos, pero no creo que a nadie le importa.... solo lo leeran por el lemon.

Un mes después de la unificación de la facción Carmilla con la facción Tepes, Vlad tenía un enorme dolor de cabeza con los diferentes procesos que tomaban la adquisición total del territorio, organizando todos los movimientos entre ambas facciones pero sobre todo.... El hecho de que él era el encargado directo de todo ese trabajo, sin Krul a su lado por su embarazo.

"Es suficiente...necesito descansar. No soy una máquina de papeleo, también sufro....te lo ruego Elmenhilde, déjame comer.....ya voy una semana sin salir de esta oficina" Vlad tenía unas enormes ojeras, sus mejillas hundidas y los labios secos como consecuencia de no haber probado ni una sola gota de sangre en una semana o tal vez más.

"Lo siento Su Majestad, pero son ordenes de la reina Krul. Usted no puede salir hasta que termino todos estos documentos....y acabo de traer más" A los ojos del rey vampiro, Elmenhilde solo era la muerte personificada, cada vez que la asistente venia siempre traía más trabajo....pero los ojos de Vlad se convirtieron lentamente en los ojos de un cazador absoluto.

"Sabes Hilde....Sin sangre y sin sexo, Vlad pierde la cabe..." Vlad se convirtió en oscuridad para reaparecer detrás Elmenhilde, con su mano izquierda sujeto el hombro de la vampiresa y con la otra descubrió lentamente el cuello de Elmenhilde, provocando que el olor de la sangre desatara aún más las ansias de Vlad....abriendo la boca y mostrando sus filudos colmillos, Vlad se acercó al cuello de Elmenhilde y cuando estaba a solo unos centímetros de morder el frágil cuello de Elmenhilde, ella lo detuvo.

"Su Majestad Krul dijo que se detuviera de robar frases, también dijo que cuando este al borde de la locura fuera a dormir, y yo me encargara del resto"

"....Por mi está bien, adiós~" Al final Vlad retiro sus colmillos, mientras se alejaba de la pequeña vampiresa y sonreía como si acabara de derrotar a su enemigo más odiado...el papeleo. Elmenhilde tenía sentimientos confundidos, por un lado deseaba que Vlad continuara hasta el final pero otro lado de ella estaba feliz de que no llegara aún más lejos, no porque lo odiara sino porque sería una falta para la sagrada lista creada por todas las participes del harem real.

'Sangre....sangre....quiero sangre' Vlad camino como un niño feliz por los pasillos del castillo, en dirección a su bodega privada, donde almacenaba las mejores botellas de sangre creadas por los magos. Saltando alegremente, el rey olvido totalmente cualquier signo de orgullo y no noto que todas las sirvientas miraban con ternura a Vlad, llegando incluso a compararlo con un niño que va a comprar su dulce favorito.

'¿Sangre?' Vlad se detuvo frente a una puerta pero que no era su bodega, desde dentro venia un intenso olor a sangre...el vampiro estuvo parado por varios minutos, hasta que finalmente decidió entrar para encontrarse a Carmilla con una sonrisa orgullosa, su muñeca estaba cortada y llenando una copa, mientras su rostro era cubierto por un pequeño antifaz.

"Oh~ Esto es un error, Vlad... no esperaba que me encontraras así" Carmilla obviamente estaba mintiendo, pero a ella no le importaba porque por fin podría tener una victoria sobre el orgulloso rey.

"Mírate, pequeño muchacho...pareces tan hambriento" Carmilla se acercó a Vlad, y tomándolo de la mano lo llevo hacia su habitación la cual estaba repleta de olores afrodisiacos y con diferentes herramientas en las que resaltaban un collar parecido al que le ponen a una mascota.

Carmilla siguió guiando a Vlad, quien no oponía resistencia intoxicado por el aroma de la sangre, al final Vlad termino sentado mientras era acariciado por Carmilla quien lo trataba como una mascota, al final Carmilla tomo la copa de sangre mientras la acercaba a Vlad.