El rey vampiro - DxD

Cap 2: Encuentro con el Sr. Voyeur

"Nunca creí que vivir fuese tan agradable, tantos placeres existen en esta vida" en lo alto de un hotel de lujo se encontraba un joven bastante guapo. Había pasado un mes desde que Vlad llegó a este mundo, aprendió que se encontraba en Rumanía y por alguna razón podía entender el idioma de este país.

Hasta ahora todo le pareció igual que en su mundo original, no había guerra por el grial, no había magia, ni asociaciones que regularan el uso de magia, pero no bajo la guardia por lo menos eso pasó una semana, luego de eso empezó a llevar una vida llena de libertinaje.

"Tal vez debería salir a dar una vuelta" levantándose Vlad dejó la cama donde habían dos mujeres desnudas. En este mes había aprendido más que en los 16 años de vida, en más de un sentido había disfrutado de su estancia en Rumanía.

Tomando una ducha y cambiándose rápidamente, Vlad abandonó la habitación no sin antes volver borrosos los recuerdos de sus dos acompañantes.

'¿Que carajos pasa? Ah es cierto los lentes' al salir Vlad sintió una escalofrió bajar por su espalda, volteando para ver que lo provocaba se encontró con la mirada depredadora de varias mujeres y rápidamente se colocó unos lentes negro, una solución un poco tonta para la habilidad que poseía pero eficiente, entonces no había quejas.

Vlad aprendió a las malas que una vez activados sus ojos místicos del encanto no podían desactivarse. Solo pudo maldecir a la inútil diosa que lo condenó a trabajar por varios días en tal vez la batalla campal más feroz de la humanidad y la única donde era el único hombre, aunque admitía que no estaba insatisfecho con los resultados.

"Este sentimiento es increíble" dijo sonriendo y empezó a caminar por concurridas calles mientras veía como cada mujer se quedaría viendo en la dirección que iba Vlad.

"Tal vez la leyenda que escriba en este mundo sea la de la primera persona que pudo hacer de todo un país su propio harem" deteniéndose un momento en un parque decidió bajarse los lentes y le guiño un ojo a algunas mujeres que tenía al frente provocando un sonrojó masivo en todo el área.

'Joder soy un máquina de sexo. No me culpen, una vida de mierda provoco que nunca pudiera acércame a nadie, pero todo eso acabara ahora. Sería un tonto si no aprovecho todos los poderes que tengo'

Después de caminar unos minutos Vlad decidió entrar en un restaurante de lujo, aunque era un vampiro y necesitaba de sangre eso no le obligaba a no disfrutar del lujo de la buena comida. Tal vez un poco tonto pero probar los diversos manjares de este mundo era algo que le agradaba a Vlad.

"Amigo tráeme un botella de Lacerta Winery Cabernet Sauvignon – Shiraz", aun mayor que su placer por la comida era su placer para disfrutar de un buen vino, tal vez era por su parecido a la sangre o tal vez por esos malditos estereotipos de los vampiros, pero Vlad amaba el buen vino.

Él no se daba cuenta pero cuando se sentaba solitario en una mesa, disfrutando de la comida y con una copa en la mano, daba la imagen clásica de un rey en la edad media, todo el restaurante se llenaba de su opresiva aura y esto atraía los ojos de la mayoría de los comensales.

El dinero no era problema para Vlad, consiguió amasar una fortuna en sus diferentes empresas, haría que los millonarios inviertan en algunas de ellas, también lograría que algunas empresas contraten sus servicios por precios exorbitantes, al final el retiraría todo el dinero a su cuenta personal y eliminaría las empresas fantasmas.

Mientras disfrutaba de su nueva vida llego la noche y fue momento de la cacería.

"Kyaaaa" un agudo grito sonó en una solitaria calle, la mujer que produjo el grito después de un momento los ojos rojos la miraron y perdió la conciencia.