Capitulo 3

817 82 39
                                    

Me llamo Alexandra Woods, aunque para todos solo soy Lexa. Excepto para mis padres, ellos sí me llaman Alexandra sólo para darme el coñazo porque saben que lo detesto, siempre han sido así de simpáticos, los muy cabrones. Tengo 27 años y trabajo como cirujana en el Hospital General Princeton, en New York. He vivido toda mi vida en esta ciudad y podría decirse que me conozco cada parte de esta. Soy hija de un matrimonio de militares, por lo que tuve una crianza algo estricta y rigurosa. Fui criada con buenos valores, en eso estoy agradecida, aunque mis padres siempre han sido algo chapados a la antigua. En nada ayudó eso cuando les confesé que era lesbiana. Todo un drama familiar. Que si no es normal, que si es sólo una fase rebelde, que si te llevaremos a un psicólogo para que te cure. Si hombre, y ya puestos llevadme a donde el padre para que me rocie agua bendita y me haga un exorcismo, no te jode. La gota que derramó el vaso fue cuando el cabrón de mi padre se apareció en mi cumpleaños número 18 con un chico de una buena familia para que saliera con él. «- No aceptaremos tus anormalidades en esta casa, así que elige-» Y vaya que elegí. Nunca volví a pisar ese lugar. Fue algo bastante doloroso para mi ya que aún cuando eran unos cabezones hijos de puta eran mis padres y los amaba.

Fui obligada a independizarme a los 18. Nada fácil señores. Tenía algunos ahorros que fui guardando y los utilicé para pagarme un alquiler de un piso con mi amiga Raven. No fue nada sencillo al principio ya que teníamos muchos gastos y debíamos pagarnos la carrera. Tuve que buscar trabajo para poder llevarlo todo, hubo una vez que hasta tres trabajos tenía a la vez. Pero todo sacrificio tiene su recompensa. Salimos adelante las dos, sacamos la carrera y nos mudamos a un piso más grande y cómodo. Debido a nuestro currículum y resultados académicos no se nos hizo difícil ser aceptadas en el Princeton Hospital. Debo confesar que todo hubiese sido más difícil sin Raven, nunca hubiera llegado a donde estoy sin ella, aunque nunca se lo diga que es que se lo tiene muy creído la muy jodía. Hemos sido amigas desde siempre y hemos estado ahí la una para la otra. Aún recuerdo sus palabras cuando le dije que me gustaban las chicas, «- genial, pues te voy a buscar una churri esta noche en la fiesta-» si es que era todo un fenómeno.
En fin, juntas comenzamos desde abajo y juntas hemos logrado ser unas buenas cirujanas de renombre, y nos encanta nuestro trabajo, no hay mejor equipo que el nuestro y todos lo saben.
Mi relación con mis padres no ha mejorado a lo largo de los años. Mi padre sigue siendo el mismo cansino homófobo de siempre. Mi madre lo lleva un poco mejor y de vez en cuando quedamos para comer y charlar, e incluso me pregunta por mis cosas, pero aún se deja comer la cabeza por Gustus. Realmente espero que llegue el día en que podamos ser todos una familia unida de nuevo, pero para eso aún falta un tiempo.

Con relación a mis relaciones amorosas no puedo quejarme. Siempre fui bastante popular con chicas y chicos, aunque de estos últimos no quiera saber nada, « no señor, que asco» Tuve algunos ligues y relaciones no tan duraderas durante mi etapa universitaria. Se dice que en la universidad se experimenta, pues yo experimenté bastante. Hace cosa de un año tuve una relación algo tóxica con una chica que conocí en una convención de medicina en Washington DC. Su nombre era Costia. Conectamos realmente rápido y comenzamos algo. Nos veíamos poco pero me gustaba bastante y me esforzaba por que la cosa funcionase. El problema es que ella era muy celosa y desarrolló un tipo de obsesión posesiva conmigo, tanto así que un día vio que Raven me dio un beso efusivo en la mejilla y la golpeó sin que yo lo supiese. Luego fue a mi trabajo a buscarme y me golpeó a mi también. Decidí terminar aquello antes de que fuera a peor. Sentí que todo terminara así porque la chica me gustaba bastante, no al nivel de enamorarme pero si bastante. Nunca he conocido el amor, ni he sentido esas mariposas en el estómago cuando ves a tu amor, ni he dejado de respirar por ella. No sé lo que es eso, ni sé si lo sabré nunca. Hay personas que vienen a este mundo y se van sin haber conocido lo que es el amor de verdad. Honestamente ni siquiera sé si eso exista. Pero me da curiosidad. Quisiera experimentarlo y vivir un amor que me consuma, que me haga replantearme toda mi vida, un amor que me llene el alma.

In our hearts (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora